La religión crea tensiones en Montenegro

Montenegro vivió un fin de semana de tensión, cuando manifestantes y policía se enfrentaron durante la toma de posesión del nuevo jefe de la Iglesia Ortodoxa Serbia.
La ceremonia prevista para el domingo en la ciudad histórica de Cetinje enfureció a los defensores de que Montenegro tenga su propio patriarcado.
Varios ex ministros de la región han enviado una carta a la Comisión Europea para que contribuya a "entablar un diálogo activo con los actores políticos y sociales de Montenegro y facilitar asi una resolución pacífica al conflicto".
Consideran que el clima recuerda a los momentos previos a la guerra de los 90. "Esto pone en tela de juicio la existencia misma de un Estado soberano en los Balcanes Occidentales, en un región que como sabemos es históricamente inestable", explica Vesna Pusic, ex viceprimera ministra de Croacia. "A todos nosotros, los firmantes de esta carta, nos preocupa que se ignore lo ocurrido porque podría conducir a un conflicto, especialmente porque creo que Montenegro podría convertirse en el escenario de una especie de enfrentamiento político, mediante actores interpuestos, entre Rusia y la Unión Europea".
Un portavoz de la Comisión Europea ha explicado a Euronews que la situación en Montenegro es "cada vez más preocupante" y que "el diálogo político es necesario para superar las divisiones y preservar la estabilidad."
Montenegro formaba parte de la antigua Yugoslavia y, años después de la guerra de los Balcanes, se independizó de Serbia, en 2006, a través de un referéndum.
Pero la tensión sigue siendo palpable. "Mi mayor preocupación es que el país parece estar más dividido que nunca, incluso más que cuando votamos por la independencia", afirma Vesko Garcevic, ex embajador de Montenegro ante la OTAN. "Creo que la UE debería replantearse su enfoque y revitalizar la perspectiva europea. Porque mucha gente en la región piensa que el ingreso en la UE es una posibilidad remota, algo que no sucederá pronto o incluso un callejón sin salida. Y como consecuencia, esto abre la vía para que intervengan otros actores".
En su opinión, Belgrado estaría aumentando su influencia sobre el principal partido de la coalición gubernamental.
En el último censo, el 45% por ciento de la población se declaró de etnia montenegrina, mientras que el 28% dijo ser de etnia serbia. El resto se dividen entre albaneses y bosnios.