La evolución de la economía italiana y los fondos de recuperación o la postura del próximo Gobierno italiano ante la invasión rusa de Ucrania despiertan interrogantes en Bruselas. Lo analizamos con la directora del Instituto de Asuntos Internacionales Nathalie Tocci.
La marcha de Mario Draghi del Gobierno italiano genera muchas preguntas en la Unión Europea.
Tranquilidad y firmeza
No solo por ser el hombre que salvó al euro con su famoso cueste lo que cueste cuando era presidente del Banco Central Europeo.
Como primer ministro de Italia, ha sido un negociador que daba tranquilidad a Bruselas a la hora de lidiar con desastres como la pandemia o la crisis energética.
Los nuevos interrogantes
Ahora surgen dos grandes preguntas.
La primera, ¿qué pasará con los Fondos de recuperacion y la economía italiana?
Nathalie Tocci es directora del Instituto de Asuntos Internacionales.
"¿Será capaz el próximo Gobierno de poner en práctica el tipo de reformas que Italia necesita para continuar recibiendo dinero de los fondos de recuperación? Gran interrogante ¿Va a tener Italia un Gobierno capaz de negociar acuerdos en cuestiones como precios máximos, precios máximos de energía? Otro gran interrogante. ¿Y va a tener Italia un Gobierno que dé seguridad a los mercados para posibilitar lo que decida el Banco Central Europeo en términos de antifragmentación? Otro gran interrogante".
El apoyo a Ucrania
La segunda pregunta es sobre el papel de Italia en la respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
Con Draghi, Roma se había posicionado de forma clara a favor de las sanciones contra Moscú.
Precisamente, el envío del cargamento de armas a Ucrania ha sido uno de los detonantes de la crisis que acabó con el ejecutivo de coalición.
"No creo que debamos dramatizar demasiado. Lo digo porque creo que las dos partes que han provocado la caída del Gobierno, más bien lo han hecho las tres partes, pero dos de ellas, La Liga y el Movimiento Cinco Estrellas, tienen lazos muy estrechos con el Kremlin. Pero no es probable que estos dos partidos salgan muy bien parados de las próximas elecciones. Así que incluso ante el hecho de que probablemente haya un Gobierno de derechas, esto necesariamente no significa que Italia vaya a cuestionar el posicionamiento europeo y euroatlántico".
Con una inflación por las nubes y la escasez energética amenazando en el horizonte, cómo olvidar que Italia es la tercera mayor economía de la Unión Europea.