Ursula von der Leyen abre la puerta a un tope al precio del gas en la UE, aunque con reservas

Von der Leyen en una reciente intervención en Estrasburgo.
Von der Leyen en una reciente intervención en Estrasburgo. Derechos de autor Alexis HAULOT/ European Union 2022 - Source : EP
Por Jorge Liboreiro
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En una carta enviada a los 27 la presidenta acepta explorar una limitación al precio del gas pero advierte de los riesgos para el mercado.

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Ursula von der Leyen ha abierto la puerta a un límite temporal y econcreto para toda la UE para frenar la subida de los precios del gas y la especulación en el mercado. Pero su mensaje ha venido  acompañado de advertencias sobre los riesgos potenciales que conlleva la limitación.

"Aunque los precios del gas han bajado en las últimas semanas, siguen siendo muy altos y suponen una pesada carga para los ciudadanos y nuestra economía", ha escrito la presidenta de la Comisión Europea en una carta dirigida a los líderes de la UE en vísperas de una reunión de un encuentro en el que participarán en Praga, en la República Checa. "Tenemos que proteger nuestro mercado único, que una y otra vez nos ha mostrado resiliencia frente a las crisis, ha defendido la presidenta.

Von der Leyen prevé dos formas diferentes de topes de gas que funcionarían en paralelo. La primera debe aplicarse al Mecanismo de Transferencia de Títulos (TTF), el principal punto de referencia en Europa. Este centro virtual reúne a proveedores y clientes, que firman acuerdos para entregas inmediatas y futuras de gas. Los precios en el TTF, que se fijan en euros por megavatio-hora y cambian diariamente, sirven de principal punto de referencia para todo el sector energético europeo.

La Comisión cree que el TTF está excesivamente influenciado por el gas de gasoducto debido a la larga dependencia de la UE de las importaciones rusas. Este año, los países han cambiado drásticamente al gas natural licuado (GNL), una alternativa flexible que se puede enviar a todo el mundo en buques cisterna.

Como el TTF sigue siendo el principal centro de distribución, ambas fuentes se comercializan juntas, lo que expone al GNL a la especulación del mercado alimentada por la manipulación que Rusia hace del gas por gasoducto. Esta situación, según la Comisión, hace que la UE pague precios de GNL más altos que sus competidores de Asia y América.

"El Mecanismo de Transferencia de Títulos ya no es representativo del gas importado", ha defendido von der Leyen. Según von der Leyen, mientras la Comisión trabaja en la creación de un punto de referencia "complementario" para el GNL, el bloque debería imponer una "limitación de precios" a las transacciones que se realizan a través del TTF para evitar que las empresas que compran gas paguen tasas excesivamente altas, un coste que luego se traslada a los consumidores.

Pero este tope al mercado, ha dicho la presidenta, debería ir acompañado de planes más rigurosos de reducción del gas -que amplien el objetivo del 15% acordado en julio-, así como de acuerdos de solidaridad jurídicamente vinculantes para que los Estados miembros puedan ayudarse mutuamente en caso de escasez de suministros. "Tenemos que reconocer los riesgos que conlleva un tope en el precio del gas y establecer las salvaguardias necesarias", ha advertido von der Leyen.

Tope al gas, pero sólo para la electricidad

Un segundo tope de precios se aplicaría al gas utilizado para la generación de electricidad. En el mercado liberalizado de la UE, el precio de la electricidad lo fija el combustible más caro que se necesita para satisfacer toda la demanda de energía. En este caso, este combustible es el gas. Cuando el precio del gas aumenta, también lo hace la factura de la electricidad. "Debemos limitar este impacto inflacionista del gas sobre la electricidad, en toda Europa", ha detallado von der Leyen.

Para ello, la Comisión está dispuesta a discutir un límite al precio que las centrales eléctricas de gas tienen que pagar por el suministro de gas. En principio, esto excluiría el gas que se utiliza para otros fines, como la producción industrial y la calefacción de los hogares. El tope se asemeja a la excepción ibérica adoptada por España y Portugal: un programa masivo de ayudas estatales que compensa parcialmente los elevados costes que soportan las centrales de gas.

Sin embargo, aún no está claro si la medida propuesta por von der Leyen equivaldría a una ayuda estatal o se sostendría por otros medios.

Bruegel, un centro de estudios económicos con sede en Bruselas, ha advertido contra este tope específico, argumentando que provocaría un mayor consumo de gas y un desbordamiento de la electricidad subvencionada más allá de las fronteras de la UE.

En su carta, von der Leyen ha expresado una preocupación similar y ha pedido un mayor ahorro energético obligatorio. Ambos topes de gas estarían limitados en el tiempo, ha explicado. Los expertos han detallado que cualquier tipo de tope de gas pondría fin a las fuerzas del libre mercado y obligaría a los gobiernos a negociar la asignación de los flujos de gas y coordinar los planes de racionamiento.

Contratación conjunta e inversiones verdes

Más allá de la intervención en el mercado, von der Leyenha sugerido que la UE debería intensificar las conversaciones bilaterales con "proveedores fiables", como Noruega y Estados Unidos, para negociar precios más bajos para el bloque. La jefa de la Comisión también quiere establecer un sistema de adquisición conjunta que permita a la UE actuar como comprador único, como ya pasó con las vacunas COVID-19.

"Tenemos que evitar un escenario en el que los Estados miembros se sobrepujen unos a otros y hagan subir los precios", ha dicho von der Leyen. "La compra conjunta reforzará nuestras posibilidades de reducir las elevadas rentas de los proveedores".

Esta idea se viene pregonando desde el comienzo de la crisis, pero aún no se ha materializado. Una plataforma energética de la UE creada en abril no ha recibido el mandato necesario para realizar compras en nombre de todo el bloque.

Las compras conjuntas deberían estar en marcha antes de 2023-2024, ha defendido von der Leyen, momento en el que rellenar los depósitos de gas se convertiría en un reto ante la ausencia de gas ruso.

Por último, von der Leyen ha abogado por una mayor inversión en tecnología verde y eficiencia energética para reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados.

La Comisión intentará ampliar los fondos públicos asignados al programa REPower de la UE, que pretende recaudar hasta 300.000 millones de euros antes de 2030. De ellos, 225.000 millones procederán de préstamos no utilizados del fondo de recuperación del coronavirus.

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La carta de Von der Leyen no es una propuesta formal y tan solo pretende abrir el debate antes de una reunión informal de los líderes de la UE el viernes.

Mientras que un número creciente de Estados miembros pide activamente que se limite el precio del gas, otros, como Alemania y los Países Bajos, siguen oponiéndose y prefieren apostar por la contratación conjunta.

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