Esta semana han sido noticia las turbulencias bancarias en EE. UU. y Suiza, y la promesa de subvenciones para la energía limpia. Hablamos con el representante de la industria de energía e´ólica Giles Dickson que explica el panorama de un sector boyante.
PUBLICIDADEsta semana,la bancarrota del Silicon Valley Bank en California produjo ondas expansivas en Europa, con la crisisdel Credit Suisse. Una llamada de atención para el sector, que no quedará inmune ante las fuertes subidas de los tipos de interés.
La comisaria para la Estabilidad Económica Mairead McGuinness, comentaba: "Lo que ocurre muestra cómo la situación económica y financiera está cambiando globalmente y en Europa. El cambio en los tipos de interés ha creado un nuevo entorno. Debemos mantenernos alertas ante este nuevo entorno. La inflación más alta y el aumento de los tipos de interés representan retos diferentes para la estabilidad financiera que los tipos bajos durante mucho tiempo".
Impulso de Bruselas a la tecnología limpia
Respecto al impulso de la industria de la tecnología limpia, la presidenta de la Comisión Ursula von der Leyen ha sido clara: "Los europeos tenemos que mejorar en el fomento de nuestra propia industria de tecnología limpia. Tenemos que acelerar. Necesitamos simplificar los procedimientos. Necesitamos conceder mejor acceso a las finanzas públicas y privadas. Si queremos ser independientes, tenemos que reforzar y diversificar urgentemente nuestras cadenas de suministro con socios afines".
La energía eólica europea, autosuficiente
Giles Dickson, Consejero delegado de WindEurope, la asociación comercial que representa a más de 400 miembros del sector de la energía eólica, ha explicado sobre las subvenciones de Bruselas: "Las ayudas serán menos generosas que las de Estados Unidos en su Ley de Reducción de la Inflación. Pero, por definición, siempre iba a ser el caso, porque la Unión Europea no establece los impuestos".
También ha hablado sobre las reformas en los parques eólicos más antiguos, construidos en los mejores emplazamientos de viento, y de la necesidad de que los Gobiernos nacionales recompensen el valor de las cadena de suministro europeas en este sector, cada vez más sostenible. Hasta las aspas serán totalmente reciclables.
Por último, un grupo de ancianos que viven en una residencia en Viena han decidido fabricar su propia cerveza.