Algunos países europeos han empezado a abordar la cuestión del ciberacoso, pero varios eurodiputados insisten en la necesidad de un marco común para toda la Unión Europea
La triste historia de la joven irlandesa Nicole Fox podría suponer unos años después de su muerte un gran logro en la lucha contra el ciberacoso.
Nicole "Coco" Fox se ahorcó en 2018, con tan solo 21 años, tras sufrir abusos físicos y a través de internet durante 3 años.
Desde entonces, su madre Jackie no ha cejado en su empeño de promover una legislación que castigue el acoso. Irlanda aprobó en 2021 la llamada Ley Coco, que castiga con hasta siete años de cárcel a quien distribuya o publique imágenes íntimas de una persona sin su consentimiento. Ahora la batalla de Jackie va más allá: a nivel europeo.
"El abuso en línea es mucho peor que el abuso físico, porque una vez que entra en nuestras cabezas nuestra salud mental se queda hecha un desastre", explica Jackie. "Es mucho más difícil sacarte de la cabeza un maltrato online que un maltrato físico".
"Hay gente en prisión ahora mismo bajo la Ley Coco", recuerda también Jackie. "Hay 105 personas procesadas, mucha gente bajo investigación. Así que creo que no debería ser sólo en Irlanda: si esta ley ha funcionado como lo ha hecho en Irlanda, ¿por qué no llevarla a toda Europa?".
Concienciar a Europa
Lo cierto es que otros países europeos han empezado a abordar también la cuestión del ciberacoso, como son los casos de Italia o Francia, pero algunos eurodiputados insisten en la necesidad de un marco común para toda la Unión Europea.
"Algunos otros países tienen una legislación parcial", aclara la eurodiputada popular irlandesa Frances Fitzgerald. "Pero lo que decimos ahora es que necesitamos una legislación global en toda Europa. Necesitamos una ley europea, una directiva europea que garantice que estamos tratando eficazmente el ciberacoso, porque es algo que conduce a la muerte".
El PPE solicitará un debate sobre el ciberacoso en el próximo orden del día del pleno, de modo que Jackie Fox lleve la historia de su hija a la sede de Estrasburgo del Parlamento Europeo.
"Sé que dondequiera que esté, mi hija estará diciendo: "Adelante mamá osa"... Sé que estaría muy orgullosa de mí, tan orgullosa como yo lo estoy de ella", sentencia Jackie.
La importante lucha de esta madre coraje por concienciar a toda Europa sobre esta dramática y urgente cuestión no ha hecho más que comenzar. Coco lo merece.