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Hungría recibirá 920 millones de euros de la UE sin condiciones, pese a las dudas sobre el Estado de Derecho

El Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, lleva meses pidiendo a Bruselas que libere el dinero que "nos deben".
El Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, lleva meses pidiendo a Bruselas que libere el dinero que "nos deben". Derechos de autor Darko Vojinovic/Copyright 2023 The AP. All rights reserved
Derechos de autor Darko Vojinovic/Copyright 2023 The AP. All rights reserved
Por Jorge LiboreiroEuronews
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Este artículo se publicó originalmente en inglés

La Comisión Europea ha aprobado el jueves la versión revisada del plan de recuperación y resistencia de Hungría, una decisión que prevé el desembolso de 920 millones de euros sin condiciones.

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La modificación añade 4.600 millones de euros (3.900 millones en préstamos a bajo interés y 700 millones en subvenciones a fondo perdido) al plan previamente aprobado, lo que hace un total de 10.400 millones de euros en fondos de la UE que se desembolsarán en tramos graduales a lo largo de los próximos años.

La revisión al alza forma parte de RePower EU, el ambicioso plan de la Unión Europea para alejarse de los combustibles fósiles importados y acelerar la transición ecológica, fue introducida inmediatamente después de la invasión de Ucrania por Rusia.

Los países tienen derecho a recibir el 20% del efectivo que se les asigne en el marco de RePower EU como "prefinanciación" para proporcionar liquidez y poner en marcha proyectos de energía limpia. En el caso de Hungría, la "prefinanciación" asciende a 920 millones de euros, que se abonarán en dos tramos separados a lo largo de los próximos doce meses.

En particular, los 920 millones de euros no están sujetos a condiciones adicionales. El resto del plan de 10.400 millones de euros sigue estando estrictamente vinculado al cumplimiento de 27 "superhitos", una serie de reformas relacionadas con la lucha contra la corrupción, el refuerzo de la independencia judicial y el establecimiento de sistemas de auditoría.

Los "superhitos" se impusieron el año pasado y se dice que Hungría ha avanzado sustancialmente en su cumplimiento tras un intenso ir y venir entre Budapest y Bruselas.

La evaluación positiva de la Comisión, hecha pública el jueves por la tarde, aún debe ser aprobada por mayoría cualificada de los Estados miembros. Se espera que la luz verde se produzca, ya que los gobiernos siguen un pacto no escrito según el cual no se bloquean mutuamente los planes nacionales una vez que la Comisión da su bendición.

Aun así, el desembolso de 920 millones de euros sin condiciones será controvertido.

Hungría lleva mucho tiempo siendo objeto de escrutinio por su retroceso democrático, que ha llevado a un prolongado estancamiento del plan de recuperación y resiliencia del país. Por otra parte, el enfrentamiento con Bruselas provocó la congelación de 22.000 millones de euros en fondos de cohesión.

Como reacción a lo que denomina "chantaje financiero", el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha adoptado una postura filibustera y ha amenazado con ejercer su derecho de veto para desbaratar decisiones colectivas clave, como la apertura de conversaciones de adhesión con Ucrania.

El mes pasado, Orbán se reunió con el presidente de Rusia, Vladimir Putin en China, el primer encuentro bilateral de un dirigente de la UE desde que el Kremlin inició la guerra total contra Ucrania. El encuentro fue mal recibido en Bruselas y se consideró una afrenta a la unidad europea.

Días después, el primer ministro se mostró rotundamente en contra de la creación de un fondo comunitario de 50.000 millones de euros para proporcionar a Ucrania ayuda financiera a largo plazo.

Y a principios de esta semana, Budapest presentó una campaña pública dirigida contra Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Alexander Soros, hijo del multimillonario George Soros y actual presidente de la Open Society Foundations (OSF). Los carteles, pegados por toda Hungría, rezan: "¡No bailemos al son que silban!".

La campaña forma parte de una consulta nacional no vinculante que pide a los ciudadanos su opinión sobre distintas políticas de la UE. La encuesta incluye 11 preguntas repletas de afirmaciones  tendenciosas.

También esta semana, el gobierno de Orbán ha presentado una nueva ley para crear una "oficina de protección de la soberanía" que investigue el uso de fondos extranjeros en campañas nacionales y actividades de ONG. La amplia redacción de la ley ha suscitado preocupación por una posible represión de los opositores políticos, la sociedad civil y los sindicatos.

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