Aunque los colegios han intentado controlar los aumentos, dicen que sus costes se han incrementado, principalmente debido al aumento de los precios de la calefacción y la energía.
El aumento de los gastos relacionados con la educación sigue siendo un problema creciente en toda Europa, especialmente para los padres más pobres y los padres solteros, pero también para los hijos de refugiados.
La vuelta al cole suele ser el comienzo de una nueva aventura para los niños de todo el mundo, y también es un gran día para los menores de la República Checa. Los datos del Ministerio de Educación del país muestran que este año hay 118.000 alumnos de primer año y un total de 998.000 alumnos matriculados para los nueve años de la escuela primaria.
Sin embargo, para los padres, equipar a sus hijos para la escuela requiere un gasto financiero considerable. "El comienzo es exigente, desde la mochila hasta los útiles, la comida, por lo que sin duda supone una gran carga para el presupuesto familiar", dice uno de los padres, Nikola Mendyka.
Otra madre, Hana Prokopcová, calcula que cuesta unos 1.200 euros comprar todo lo que necesita un niño durante su primer año escolar. Sin embargo, también hay que sumar el coste de la comida, el club extraescolar y otras actividades extraescolares.
Aunque los colegios han intentado controlar los aumentos, dicen que sus costes se han incrementado, principalmente debido al aumento de los precios de la calefacción y la energía.
"Como consecuencia de ello, la escuela tuvo que aumentar las tasas, por lo que a partir de 2023 aumentamos las tasas del club extraescolar, del comedor y del jardín de infancia", explica el director de la escuela SB Weber, Karel Cermák.
Una campaña para ayudar a los más necesitados
El aumento del coste de la educación es un problema cada vez mayor, sobre todo para los padres solteros y pobres, pero también para los hijos de los 340.000 refugiados ucranianos que viven en la República Checa, la mayoría de los cuales son madres solteras con hijos.
La periodista Nora Fridrichová fundó en 2021 el centro Satník ("El armario") en el centro de Praga para ofrecer ayuda a los padres solteros. La gente dona al centro objetos que ya no utiliza, que pueden ser recogidos por los padres necesitados tras registrarse debidamente.
"Nuestro armario siempre está lleno, cada mañana hay una cola de gente que viene a coger cosas. Pero lo cierto es que, en estos momentos, hay una mayor demanda de material escolar", afirma.
Satnik participa en una campaña de recogida de material escolar. En las próximas dos semanas, distribuirá material escolar a todos los padres y niños que lo necesiten. El objetivo es que los jóvenes de familias menos favorecidas se sientan iguales.