En su intervención junto al presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, Sergio Mattarella habló del auge del populismo y afirmó que la paz en Ucrania no tiene por qué significar rendición.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, ha saludado la "gran relación" entre Roma y Berlín en una visita de Estado de tres días a Alemania. En su intervención en el Palacio de Bellevue de Berlín, residencia oficial del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, Mattarella afirmó: "Necesitamos una UE más fuerte y unida para responder a los desafíos internacionales".
"Alemania para Italia no es sólo un país cofundador de la Unión, un aliado en la OTAN, sino que es un socio indispensable en todos los aspectos de la convivencia y las relaciones", dijo.
"Queremos celebrar juntos esta amistad, reforzarla y preservarla. Y quiero asegurarles que la amistad entre nuestros dos países no sólo es necesaria, no sólo es sensata, sino que también es un asunto cercano a nuestros corazones", dijo Steinmeier.
Mattarella también puso en la mesa los peligros del populismo y, hablando sobre las formas de poner fin a la guerra en Ucrania, dijo que la paz no debe significar rendición. "Buscamos una conclusión a esta temeraria aventura rusa contra Ucrania, pero la paz no significa rendición y el abandono de los principios de dignidad de cada Estado y del derecho internacional", añadió.
Mattarella llegó a Alemania el jueves por la tarde con su hija Laura. El viernes por la tarde se entrevistó en Berlín con el Canciller Olaf Scholz, con quien trató diversos asuntos europeos, según un comunicado de la Cancillería.
Según el itinerario publicado en la página web de la Presidencia alemana, el sábado Mattarella y Steinmeier se dirigirán al sur, a Colonia y Bonn, donde visitarán la Secretaría de las Naciones Unidas para el Cambio Climático en Bonn y asistirán a una conferencia sobre la cooperación entre Alemania e Italia en la lucha contra el cambio climático.
Masacre de Marzabotto
El domingo, ambos presidentes se dirigirán a Italia para asistir a un servicio religioso con motivo del 80 aniversario de la peor atrocidad cometida contra civiles por los nazis. Entre el 29 de septiembre y el 5 de octubre de 1944, tropas de las Waffen SS asesinaron al menos a 770 civiles italianos en el pueblo septentrional de Marzabotto, a unos 27 km al sur de Bolonia.
Fue la mayor masacre de civiles cometida por las SS en Europa occidental durante la guerra y sigue siendo el fusilamiento masivo más mortífero de la historia de Italia. Mattarella dijo que asistiría a la conmemoración con "profunda humildad".
"Agradezco que vayamos juntos con el presidente italiano a Marzabotoo el domingo y participemos en la conmemoración de las víctimas", dijo Stenimeier. "La masacre de Marzabotto es uno de los muchos crímenes de las SS y la Wehrmacht cometidos en Italia. Crímenes que, como sabemos, dejaron profundas heridas en Italia".