Según las autoridades locales, Rusia también atacó otras zonas de Ucrania, como Sumy, Járkov y Kiev.
Una familia de tres murió tras el impacto de drones rusos contra un edificio residencial en la ciudad ucraniana de Zaporiyia a última hora de la noche del viernes, según los medios de comunicación locales. El gobernador regional, Ivan Fedorov, declaró que el ataque mató a una joven de 17 años y a su padre. La madre de la joven fue trasladada al hospital, pero falleció a consecuencia de las heridas.
Otras 14 personas resultaron heridas en el ataque, con quemaduras y otras lesiones provocadas por las explosiones. El bombardeo dañó al menos 24 rascacielos y más de 20 viviendas, según informan los medios locales. Un edificio residencial privado quedó completamente destruido, mientras que otros dos edificios residenciales, junto con una guardería y coches cercanos, sufrieron daños.
Funcionarios locales dijeron que otras dos personas murieron en ataques rusos en la región de Donetsk y una más en la región de Jersón. Las Fuerzas Aéreas ucranianas afirmaron haber interceptado 100 de los 179 drones rusos lanzados durante la noche. Al parecer, desaparecieron decenas más, que, según los medios de comunicación ucranianos, actuaron probablemente como señuelos para desbordar las defensas aéreas del país.
Mientras tanto, al otro lado de la frontera, un edificio de apartamentos de la ciudad de Rostov del Don, en el sur de Rusia, fue alcanzado por un avión no tripulado ucraniano durante la noche del sábado. Según las autoridades rusas, dos personas resultaron heridas y seis apartamentos y el exterior del edificio sufrieron daños.
Según el Ministerio de Defensa en Moscú, 47 drones ucranianos fueron derribados sobre territorio ruso durante la noche. Los ataques se producen mientras Ucrania y Rusia acordaron en principio el miércoles un alto el fuego limitado después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hablara con los líderes de los países esta semana.