El Director Ejecutivo de Frontex afirma que le gustaría que Grecia cumpliera sus obligaciones internacionales a la hora de garantizar la seguridad de los refugiados y migrantes vulnerables que suelen dirigirse a Europa en embarcaciones no aptas para la navegación.
Tras pasar dos años en el cargo, el Director Ejecutivo de Frontex, Hans Leijtens, explica a Euronews que en cambiar la cultura de la organización tardará los tres años que le quedan hasta el final de su mandato.
Considera que la transparencia interna es "fundamental" y, frente a la tendencia actual de Estados Unidos, Frontex debe promover la diversidad de género e identidad.
"Es cuestión de contratar, de ser una organización justa, una organización diversa, tanto en género como en nacionalidades", comenta a 'The Europe Conversation'.
"La cultura es muy difícil cambiarla, pero creo que estamos dando pasos hacia ello. Seguramente haga falta lo que me queda de mandato, que son otros tres años, para cambiar esto de verdad".
Durante varios años, Frontex ha sido sinónimo de pushbacks, la política que consiste en devolver a los barcos de migrantes interceptados en el Mediterráneo fuera de las aguas de la UE, donde las personas que cruzan a Europa en embarcaciones peligrosamente abarrotadas o endebles suelen ahogarse.
En 2022, un informe de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) reveló que Frontex encubrió pushbacks ilegales de inmigrantes por parte de guardacostas griegos cuando la organización estaba dirigida por el predecesor de Leijtens, Fabrice Leggeri.
Leijtens sostiene que Frontex debe trabajar dentro de un mandato concreto, y que la guardia costera del Estado (Grecia, comúnmente) tiene sus propias responsabilidades.
"Efectivamente, nosotros mismos vemos y observamos que suele haber incidentes", declara con respecto a las numerosas ocasiones en que se ahogan personas en aguas europeas o internacionales.
Además, añadió que preferiría que Grecia cumpliera la legislación internacional en la materia. Actualmente, las autoridades griegas están acusadas de 13 posibles violaciones de los derechos humanos ante Frontex, y la organización se ha planteado recortar su financiación.
"En Grecia, me gustaría que ocurriera lo que me gustaría que ocurriera en todos los países con los que cooperamos: que se cumplan las normas y, que si hay un incidente, cosa que puede ocurrir, se investigue debidamente y que tenga consecuencias", sentenció.
The 'Europe Conversation' pregunta a Leijtens por el famoso caso del buque Adriana, que zozobró y se hundió en aguas internacionales frente a las costas griegas en junio de 2023, acabando con la vida de 600 personas. A esto, responde que Frontex alertó a las autoridades griegas de lo que estaba ocurriendo y que su agencia no fue responsable de las brutales secuelas.
"Yo mismo estaba en la sala de control cuando avistamos la nave. Por eso lo vi con mis propios ojos el día antes de que cayera", relata. "Lo que se puede hacer entonces es, cuando tengamos un avión, informar, en este caso, a las autoridades griegas sobre lo que vemos. No nos podemos coordinar".
No obstante, siempre queda una cuestión pendiente: si Frontex podría haber hecho algo más para salvar las vidas de las personas en peligro, dado que Leijtens y su equipo eran conscientes de la presencia del Adriana.
"Por aquel entonces, teníamos un dron, un avión y recibimos instrucciones de ir a otro incidente al sur de Creta", comenta.
"Propusimos a las autoridades griegas enviar otro avión en dos ocasiones. Ya lo teníamos claro desde el día posterior al incidente. Se lo propusimos a los griegos y las dos veces fue ignorado por las autoridades griegas".
"Es su decisión".