El monarca continuó con la tradición establecida por su madre, la reina Margarita II, y celebró su cumpleaños ante la multitud que se congregaba frente al balcón del palacio de Amalienborg, en la capital danesa.
Dinamarca celebró el lunes el cumpleaños del rey Federico X. Desde su balcón del palacio de Amalienborg, en Copenhague, el monarca danés saludó al público mientras cumplía 57 años, dándole continuidad a una apreciada tradición establecida por su madre, la reina Margarita II, que fue una de las acompañantes de Federico junto a su esposa, la reina Mary, y sus hijos, la princesa Isabel, el príncipe Vicente y la princesa Josefina.
Tras subir al trono a comienzos de 2024 después de la abdicación de su madre, el rey Federico destacó la importancia de los territorios autónomos daneses de Groenlandia, sobre el que Trump ha expresado reiteradamente su interés, y las Islas Feroe al actualizar el escudo real para dar más protagonismo a sus símbolos durante su reinado.
En la celebración del lunes se coló además un invitado inesperado, la mascota Grace, una perra de raza border collie que desató las risas de los presentes al hacerse un hueco en la foto real en el balcón.
"Estamos muy orgullosos de nuestra monarquía, y de hecho para nosotros ha sido una tradición durante varios años, en los que solíamos celebrar a la reina, y ahora celebramos al rey en su lugar", dijo Rikke, una de las asistentes al evento. Otra de las personas congregadas entre el público, Simone, señaló que acudió a presenciar la celebración porque pensó "que estaría bien enseñar a los niños quién es el rey, qué aspecto tiene y quiénes forman la familia real".
En otro evento multitudinario, a mediados de enero de 2024, decenas de miles de daneses se habían congregado frente al palacio de Christiansborg para celebrar la sucesión real. A diferencia del Reino Unido, en Dinamarca no hay ceremonia de coronación.