En su primera visita al territorio autónomo danés, el presidente francés se reunió con los jefes de Gobierno de Dinamarca y Groenlandia.
El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó este domingo a Groenlandia portando un "mensaje de solidaridad y amistad" de Francia y la Unión Europea. Macron reiteró sus críticas a la intención de Trump de tomar el control de la isla, estratégicamente situada:
"No creo que sea algo que deba hacerse entre aliados", dijo al ser recibido en el aeropuerto de Nuuk por la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y el primer ministro de Groenlandia, Jens-Frederik Nielsen. "Es importante demostrar que Dinamarca y Europa están comprometidas con este territorio, que tiene grandes intereses estratégicos y cuya integridad territorial debe ser respetada", dijo Macron.
Macron hacía una parada en su camino hacia una cumbre del G7 en Canadá a la que también asistirá Trump. Macron, que visita Groenlandia por primera vez, dijo que "significa mucho para mí (...) transmitir un mensaje de amistad y solidaridad de Francia y de la Unión Europea para ayudar a este territorio a hacer frente a los diferentes desafíos: el desarrollo económico, la educación, así como las consecuencias del cambio climático".
En un discurso la semana pasada en la Conferencia de la ONU sobre los Océanos, Macron también mencionó Groenlandia y los mares profundos, diciendo que no están "en juego" en comentarios que parecían dirigidos en gran medida a Trump.
Trump y Groenlandia
La semana pasada, el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, pareció reconocer que el Pentágono ha desarrollado planes para apoderarse de Groenlandia y Panamá por la fuerza, pero se negó a responder a repetidas preguntas sobre los detalles durante una audiencia del Congreso acaloradamente combativa el jueves.
Los comentarios de Hegseth fueron los últimos comentarios polémicos realizados por un miembro de la administración Trump sobre la isla ártica. El propio presidente ha dicho que no descartará la fuerza militar para tomar Groenlandia, que considera vital para la seguridad estadounidense en el alto norte.
El primer ministro de Groenlandia, Nielsen, dijo tras su elección en abril que las declaraciones estadounidenses sobre la isla han sido "irrespetuosas" y que Groenlandia "nunca jamás será una propiedad que pueda comprar cualquiera".