Hamburgo, al norte de Alemania, tiene un sistema de calefacción urbana único en su especie. El agua caliente que lo abastece se consigue, en gran parte, del calor residual de la fundición de cobre de la ciudad, con lo cual no se libera CO2.
En la zona de Hafencity, que solía formar parte del puerto de Hamburgo, ahora hay un gran proyecto de reurbanización. Desde 2018, los edificios del este de Hafencity están conectados a un sistema de calefacción urbana propulsado por calor residual industrial libre de CO2. La empresa multimetalúrgica Aurubis y el proveedor de energía Enercity Contracting unieron fuerzas para hacerlo funcionar.
En su momento, fue el mayor proyecto de este tipo en Alemania, según explica el doctor Manfred Schüle, director gerente de Enercity Contracting. Aunque en los últimos años se han desarrollado sistemas de calefacción urbana similares.
¿De dónde viene el calor residual industrial sin CO2?
A pocos kilómetros de Hafencity, la fundición Aurubis produce más de 400.000 toneladas de cobre puro al año.
El calor residual es el resultado de un proceso químico con el que se obtiene ácido sulfúrico, un subproducto del refinado del cobre. El azufre de los concentrados de cobre reacciona al oxígeno.
Aurubis tuvo que adaptar la planta para que absorbiera el calor y lo convirtiera en agua caliente. Después, el agua se traslada a la ciudad a través de la red de tuberías de 3,7 km de longitud que construyó Enercity Contracting.
Antes de nada, hay que bombear el agua. Esto es posible gracias a un elemento clave del proyecto: la estación energética de Enercity Contracting.
En ella, el agua caliente también se almacena para equilibrar las fluctuaciones de la oferta y la demanda de calor.
"Si nuestro socio no nos suministra calefacción, tenemos un sistema de reserva que puede suministrarla a nuestros clientes a través de una caldera de gas natural", añade el doctor Schüle.
Enercity Contracting invirtió 8 millones de euros en la estación energética, de los cuales 2,9 millones fueron financiados conjuntamente por la Política Europea de Cohesión.
El presupuesto total para suministrar calefacción a Hafencity East quedó por encima de los 40 millones de euros. Aurubis y Enercity Contracting invirtieron más de 20 millones de euros cada una.
Con el calor residual industrial se ahorran hasta 120.000 toneladas de CO2 al año
Además de la estación energética, el fabricante de botiquines Hans Hepp optó por sustituir sus dos calderas de gasóleo por la calefacción urbana, para calentar sus instalaciones de 12.000 m².
"Para nosotros fue un gran paso conectarnos a la calefacción baja en carbono de Enercity Contracting: pudimos reducir nuestra huella de CO2 en 170 toneladas al año", afirma el director gerente Christian Beckmann.
En la actualidad, el proyecto ha crecido gracias a un partenariado con el proveedor de energía Hamburger Energiewerke.
Proporciona calefacción a 28.000 hogares en varios distritos de Hamburgo. Además, se ahorran hasta 120.000 toneladas de CO2 al año.
Al utilizar residuos para producir energía, Hamburgo muestra cómo la industria puede calentar una ciudad sin calentar el clima.