La Comisión Europea ha dicho que no responderá a las solicitudes de pago relacionadas con fondos previamente congelados. Pero algunos eurodiputados creen que existen resquicios legales que el húngaro Viktor Orbán podría utilizar.
Los eurodiputados intentan impedir que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, acceda a los fondos bloqueados de la UE tras la Revisión Intermedia de los Fondos de Cohesión de la UE.
Esta revisión pretende reasignar los fondos no utilizados hasta ahora para Defensa y para bienes de doble uso y acelerar el gasto de los fondos en la segunda mitad del periodo presupuestario de siete años de la UE.
Los eurodiputados afirman que el Gobierno húngaro podría desbloquear parte del dinero previamente bloqueado por la Comisión, con la ayuda de la reasignación, sin cumplir las condiciones de la UE sobre libertad académica o derechos LGTBIQ+.
Hungría ya ha solicitado la reasignación de los Fondos de Cohesión
El eurodiputado alemán de Los Verdes Daniel Freund declaró a 'Euronews' que el Gobierno húngaro ya ha recibido 160 millones de euros de fondos anteriormente congelados y está dispuesto a retirar otros 600 millones.
"Orbán está jugando una vez más. Intenta pasar dinero de los fondos congelados a otros que aún están a su disposición. Hasta que Hungría no restablezca el Estado de derecho, no debe liberarse ni un céntimo. Si no lo impedimos, Orbán puede "descongelar" hasta 1.680 millones de euros. La Comisión no debe permitirlo", dijo Freund.
'Euronews' no ha podido verificar la afirmación de que se han pagado a Hungría 160 millones de euros de fondos congelados. La Comisión no hizo comentarios sobre la demanda húngara de los 600 millones de euros ccongelados.
"Invitamos a los Estados miembros a ajustar y modificar sus programas de cohesión para adaptarlos a las nuevas prioridades de la Comisión. Se trata de un ejercicio en curso, en el que, al igual que otros Estados miembros, participa Hungría, pero como aún no ha concluido, no puedo confirmar cifras ni importes. Debería estar concluido en los próximos meses", dijo el portavoz de la Comisión Maciej Berestecki, añadiendo que cualquier pago de este tipo necesita el acuerdo previo de la Comisión.
El Gobierno húngaro se negó a comentar el asunto, afirmando que las conversaciones sobre los fondos de cohesión están en curso.
La Comisión intenta calmar a los eurodiputados
La Comisión Europea había intentado antes asegurar a los eurodiputados que el Estado de Derecho se mantendría incluso después de la revisión. "Si la condición y el reglamento están en aplicación, y si se han congelado fondos en virtud de ese instrumento, pueden estar seguros de que esos fondos no pueden tocarse, no pueden verse afectados por las posibles flexibilidades que existen en el marco de la política de cohesión", declaró a Euronews Balázs Ujvári, portavoz de la Comisión Europea.
El vicepresidente de la Comisión, Raffale Fitto,también intervino al enviar una carta al presidente de la Comisión REGI del Parlamento Europeo, dejando claro que el Berlaymont no dará luz verde a ninguna solicitud de pago sujeta a congelaciones anteriores.
"La Comisión mantiene su compromiso de garantizar el respeto del Estado de Derecho en la aplicación de los fondos y evaluará cualquier solicitud de modificación de los programas en consonancia con el Reglamento sobre disposiciones comunes (RDC), el Reglamento sobre condicionalidad del Estado de Derecho y las disposiciones del Reglamento sobre revisión intermedia", escribió Rafaella Fitto en un correo, publicado en la web del Parlamento.
Los eurodiputados advierten de la falta de garantías jurídicas
Pero según Tinneke Strik, eurodiputada holandesa que también es ponente del Parlamento sobre Hungría, esta declaración no puede considerarse un compromiso jurídicamente vinculante, y Hungría podría utilizar las lagunas del reglamento vigente para retirar el dinero. Daniel Freund también citó otra posible laguna que Hungría podría utilizar, alegando que una reasignación de hasta el 8% no provocaría la interferencia de la Comisión.
Anteriormente, en junio, la Comisión REGI del Parlamento propuso abrir el Reglamento RPC para incluir salvaguardias más estrictas, pero no fue posible por motivos legales. Klára Dobrev, eurodiputada húngara del S&D, también cree que la revisión intermedia no ofrecerá suficientes salvaguardas.
"Tras explorar a fondo el tema de la revisión intermedia del presupuesto de la UE, hemos llegado a la conclusión de que no deberíamos estar satisfechos con el compromiso de la Comisión Europea. Von der Leyen y el PPE hicieron a Orbán un "regalo electoral" también en 2022 y 2024. La promesa fue en vano, y ahora tampoco se descarta esta posibilidad. Los ojos del mundo estarán puestos en ellos, y los nuestros también, para ver si cumplen su palabra. Pero no se puede decir que esta garantía sea suficiente", declaró Dobrev a Euronews.
Dobrev fue uno de los ocho eurodiputados que votaron en contra de la propuesta de revisión intermedia en la comisión REGI el miércoles por la tarde. Pero la mayoría, 27 miembros a favor y cinco abstenciones, aprobó el texto, lo que significa que pasará a la sesión plenaria de la próxima semana, donde es probable que se apruebe.
La mayoría de los fondos húngaros están bloqueados por Bruselas por problemas de Estado de Derecho
Si Hungría pudiera liberar parte de los fondos de cohesión, bloqueados anteriormente por cuestiones de Estado de Derecho y corrupción, sería una gran victoria para el primer ministro Viktor Orbán.
En total, 18.000 millones de euros de un total de 28.000 millones están congelados como consecuencia de la activación del Mecanismo del Estado de Derecho, por problemas de corrupción y, en el caso de los Fondos de Cohesión, por el incumplimiento de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. En este caso, se ha pedido a Hungría que salvaguarde la libertad académica, la protección de los derechos LGBTI y el respeto del derecho de asilo para acceder a los fondos.
En diciembre de 2023, la Comisión Europea liberó 10.200 millones de euros de los Fondos de Cohesión previamente congelados para Hungría, justo antes de una cumbre clave de la UE en la que Viktor Orbán levantó su veto al paquete de ayuda de 50.000 millones de euros para Ucrania.
Entonces, muchos eurodiputados acusaron a la UE de llegar a un acuerdo secreto con Budapest y amenazaron a la Comisión con emprender acciones legales. Los críticos con el proceso creen que, sin garantías sólidas y jurídicamente vinculantes, la asignación de fondos puede dar lugar a acuerdos similares con Viktor Orbán en el futuro.