Las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania terminaron sin avances el martes, pero Vladímir Putin advirtió que está listo para una guerra con Europa.
Los líderes europeos pidieron el miércoles aumentar la presión sobre Moscú tras las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia, en las que Vladímir Putin no pareció hacer ninguna concesiónpara poner fin al conflicto en Ucrania.
"Hasta que no vea algo diferente, seguiré sacando la conclusión de que Rusia no quiere la paz", declaró a la prensa la sueca Maria Malmer Stenegard a su llegada a una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN.
"Por eso, tenemos que ceñirnos al plan de dos puntos, aumentar el apoyo a Ucrania y aumentar la presión sobre Rusia, y tenemos que golpearles donde más les duele, que son los ingresos del petróleo y el gas", añadió.
La cumbre ministerial de la OTAN, a la que no asistirá el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se celebra un día después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, recibiera al enviado especial de Donald Trump, Steve Witkoff, y a su yerno, Jared Kushner, para mantener conversaciones sobre el fin de la guerra en Ucrania.
La última ronda de conversaciones se produjo tras la filtración de una nueva propuesta de plan de paz negociada entre Washington y Moscú que conmocionó a ucranianos y europeos por su fuerte inclinación prorrusa.
Esto desencadenó una nueva oleada de contactos diplomáticos en toda Europa, y los negociadores ucranianos también se reunieron con Witkoff para perfeccionar el plan antes de la reunión de Moscú.
Los ministros de Asuntos Exteriores reunidos el miércoles en Bruselas afirmaron que aún no habían sido informados de las conversaciones, que el Kremlin calificó de "constructivas", pero opinaron que Putin parecía haberse ceñido a su habitual táctica dilatoria.
Los representantes estadounidenses y rusos han celebrado varias rondas de negociaciones desde que Trump reabrió los canales de comunicación con Putin en febrero, y ambos se reunieron en verano en Alaska. Una segunda cumbre de este tipo fue cancelada por Washington después de que Rusia se aferrara a sus exigencias maximalistas.
"Vemos que Estados Unidos está comprometido en el proceso, ponen los esfuerzos diplomáticos para lograr una paz duradera", dijo a la prensa el lituano Kęstutis Budrys al llegar a una reunión de ministros de Exteriores de la OTAN.
"Lo que no ha cambiado en este medio año es la postura de Rusia", afirmó. "No están en absoluto interesados ni en un alto el fuego ni en un acuerdo de paz, y siguen haciendo lo que están haciendo. Así que para nosotros esta es la razón para preparar las finanzas (de Ucrania) para el próximo año".
La finlandesa Elina Valtonen se hizo eco del análisis, declarando a los periodistas que "hasta ahora no hemos visto ninguna concesión por parte del agresor, que es Rusia". El ministro estonio, Margus Tsahkna, coincidió: "Desde nuestra perspectiva, lo que vemos es que Putin no ha cambiado ningún objetivo (...) por eso la forma de poner más restricciones a Ucrania es el camino equivocado. En realidad, debemos presionar más a Rusia", afirmó.
"Esto es exactamente lo que vamos a discutir hoy: qué podemos hacer más". Los tres países respaldan el uso de parte de los casi 200.000 millones de euros en activos congelados del Banco Central ruso para crear un llamado "préstamo de reparaciones" que proporcione financiación a Ucrania durante los próximos dos años.
La propuesta, hecha a nivel de la UE, está siendo bloqueada por Bélgica, donde se encuentra actualmente la mayor parte de los activos. Para el estonio Tsahkna, el plan es la "palanca" que tiene Europa para "sentarse realmente a la mesa a negociar qué tipo de acuerdo habrá en el futuro". "Putin no puede decidir por encima de nosotros. Y tampoco (Estados Unidos) puede tomar decisiones en nuestro lugar", afirmó.
Pero Maxime Prévot, ministro belga de Asuntos Exteriores, reafirmó la oposición de su país al préstamo de reparaciones, describiéndolo como "la peor" opción sobre la mesa, que "conlleva riesgos económicos, financieros y legales".
"No pretendemos enemistarnos con nuestros socios ni con Ucrania; simplemente queremos evitar consecuencias potencialmente desastrosas para un Estado miembro al que se le pide solidaridad sin ofrecerle la misma solidaridad a cambio", añadió.
Se espera que la Comisión Europea haga pública a última hora del miércoles su propuesta jurídica sobre las opciones que ha identificado previamente para financiar las necesidades de Ucrania, incluido el préstamo para reparaciones.