En una entrevista concedida al programa matinal de 'Euronews' Europe Today, el enviado de Washington a la UE, Andrew Pulzer, declaró que Estados Unidos ve a Europa como un aliado natural, pero que debe conservar su identidad básica para que la relación funcione.
Estados Unidos quiere ayudar a Europa a salvar su identidad. En el programa matinal de 'Euronews' Europe Today, el embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Andrew Puzder, defendió un controvertido documento de seguridad nacional en el que la Administración Trump pedía a la UE que cambiara de rumbo o se enfrentaría a la desaparición de su civilización. En Europa, el documento fue recibido con sorpresa y críticas.
El embajador Puzder defendió la postura estadounidense, afirmando que el documento busca restaurar la "grandeza" de Europa y no debe entenderse como un ataque, sino como un conjunto de recomendaciones encaminadas a fortalecer Europa.
"La sección sobre Europa se titula Una propuesta para la grandeza europea", dijo a 'Euronews'. "No se llama no nos gusta Europa, queremos que Europa desaparezca". "Si sigues leyendo, el documento dice que Europa es estratégica y culturalmente vital para Estados Unidos. Europa es un pilar de la economía mundial y de la prosperidad estadounidense", añadió.
La semana pasada, Estados Unidos actualizó su revisión de la seguridad nacional en la que sugería que Europa corre el riesgo de sufrir un declive civilizatorio como consecuencia de una regulación excesiva, la inmigración ilegal y unas políticas económicas mal diseñadas.
El objetivo de Washington, según el documento, es "ayudar a Europa a revertir su trayectoria actual" y eso implica cultivar las relaciones con los "partidos patrióticos europeos" que resisten desde dentro. El lenguaje y el tono han puesto nerviosos a los europeos.
Un diplomático que habló con 'Euronews' dijo que el documento tenía muy poco que ver con la seguridad nacional, ya que apenas mencionaba a Rusia, a la que los europeos consideran una amenaza para la seguridad, y mucho que ver con la interferencia política.
Desde el canciller alemán Friedrich Merz hasta el presidente del Consejo Europeo, António Costa, pasando por la jefa de la política exterior, Kaja Kallas, los europeos contraatacaron argumentando que la democracia no necesita salvación externa y que los asuntos internos son competencia exclusiva de la UE.
Sin embargo, el embajador Puzder afirmó que los europeos están malinterpretando las intenciones de la Administración estadounidense y deberían ver el documento desde otra perspectiva. "Realmente no es tan malo, de verdad, realmente no lo es", dijo.
También negó que la administración Trump esté buscando formas de debilitar, incluso disolver, la Unión Europea desde dentro. Esa teoría se amplificó el fin de semana cuando el multimillonario tecnológico Elon Musk, que hizo campaña a favor del presidente Trump y dirigió brevemente el departamento de DOGE, argumentó que el bloque no es una democracia real y debe ser desmantelado.
El embajador Puzder dijo que no existe tal plan, pero subrayó que EEUU quiere que Europa mantenga su soberanía y sus valores nacionales, ya que ese es el pilar de la relación transatlántica.
Identidad compartida y cohesión social
En su documento de estrategia de seguridad nacional, EE.UU. afirma que ve con buenos ojos "la creciente influencia" de los partidos patrióticos que se resisten desde dentro a la maquinaria de la UE, sin detallar quiénes serían esos partidos. Sin embargo, se entiende en general que se refiere a los partidos conservadores que se oponen a lo que denominan "funcionarios no elegidos" en Bruselas.
El enviado estadounidense dijo que la cuestión se reduce a cuánto debe influir la UE en asuntos culturales, de identidad nacional y de migración. Los Estados miembros del bloque están vinculados por normas comunes y principios compartidos en torno al Estado de Derecho, que pueden dar lugar a compensaciones económicas para los Estados miembros, pero también a multas y a la retención de fondos.
"La pregunta es: ¿en qué medida han renunciado estos países a su soberanía para formar parte de una unión económica? ¿Renunciaron a su soberanía para determinar quién entra o sale de sus países? "¿Renunciaron a la soberanía sobre cuestiones culturales que pueden ser diferentes en Europa oriental que en Europa occidental?"
A la pregunta de si mantener a Europa como Europa significa étnicamente blanca y cristiana, el embajador Puzder dijo que se trata de una identidad compartida y de cohesión social. Y hay que mantenerla. "Lo mismo se aplica a Estados Unidos... Si rechazan los principios básicos de nuestras sociedades, ese es el tipo de gente que no queremos".
"Este es el tipo de gente en el que se ve un aumento de la delincuencia, un declive de los valores culturales que tiene la gente, incluso hay ciudades en las que la policía europea no quiere entrar... No queremos que Europa pierda su identidad como resultado (de ello)", añadió.