Publicaciones virales en internet intentan presentar la dimisión del Gabinete búlgaro como una victoria contra Bruselas y el euro. Sin embargo, la realidad de las protestas lideradas por la Generación Z es muy distinta: los manifestantes exigen el fin de la corrupción y mejoras sociales.
Las afirmaciones engañosas en internet han distorsionado y simplificado las causas de las protestas masivas en Bulgaria para adaptarlas a las narrativas contrarias a la UE.
Un post que circula en X, visto más de 80.000 veces, afirma que el "Gobierno pro-UE de Bulgaria acaba de dimitir" tras las protestas masivas, al tiempo que alega que se ha cancelado la adhesión prevista del país a la eurozona.
Otro post celebra la caída del "Gobierno socialista " de Bulgaria, mientras que otros afirman que la dimisión del Gobierno demuestra que el poder pertenece al pueblo búlgaro y no a Bruselas.
Sin embargo, estos posts inducen a error sobre la naturaleza de las protestas anticorrupción lideradas por la Generación Z en Bulgaria, que la semana pasada desembocaron en la dimisión del primer ministro Rosen Zhelyazkov.
¿Qué está ocurriendo en Bulgaria?
Bulgaria se ha visto sacudida por protestas sin precedentes desde finales de noviembre, con decenas de miles de personas, principalmente jóvenes, tomando las calles. No es la primera crisis política que sufre el país: la caída de la administración de Zhelyazkov supone el noveno colapso gubernamental en los últimos cinco años, mientras la nación balcánica lucha por mantener la estabilidad política.
Sin embargo, las manifestaciones no fueron necesariamente contra la UE. Su desencadenante inmediato se centró en una propuesta presupuestaria que habría aumentado los impuestos y las cotizaciones a la seguridad social para financiar un mayor gasto del Estado.
Aunque la propuesta se retiró, la indignación pública y las convocatorias de manifestaciones persistieron.
La causa más profunda de los disturbios fue la creciente indignación por la corrupción percibida entre la élite política búlgara y sus consecuencias para los ciudadanos de a pie, especialmente los búlgaros más jóvenes, que salieron a la calle para exigir una mejor asistencia sanitaria y mejores oportunidades.
Gran parte de la ira de los manifestantes parecía dirigirse contra Boyko Borisov, ex primer ministro en tres ocasiones entre 2009 y 2021 y líder del partido gobernante de centro-derecha GERB, y contra Deylan Peevski, cuyo partido DPS-Novo Nachalo proporcionaba apoyo parlamentario a la antigua coalición minoritaria.
La agencia nacional de noticias búlgara BTA informó de que la noche de la dimisión de Zhelyazhov se celebró una gran concentración bajo el lema "¡Dimisión! Peevski y Borisov fuera del poder".
Entre los eslóganes difundidos en las protestas, protagonizadas en su mayoría por manifestantes más jóvenes, figuraban "Habéis enfadado a la generación equivocada" y "En Bulgaria está creciendo una generación que no quiere irse y haremos todo lo posible por ello".
La opinión pública sobre la adopción del euro en Bulgaria está dividida. Una encuesta encargada por el Ministerio de Finanzas búlgaro en junio mostraba que el 48% de los ciudadanos se oponía a la moneda única, mientras que el 46,5% estaba a favor. Las investigaciones han detectado campañas en las redes sociales financiadas por Moscú para socavar el apoyo al euro.
Sin embargo, la información de los medios de comunicación búlgaros y los mensajes de las protestas sugieren que el tema dominante de las manifestaciones era la lucha contra la corrupción y la mejora de las condiciones de vida, más que la expresión de la ira dirigida exclusivamente contra la Unión Europea.
Las afirmaciones que circulan por internet de que el Gobierno es socialista también son engañosas: la coalición está formada por el partido de centro-derecha GERB, el Partido Socialista Búlgaro y sus aliados y el nacionalista Hay Tal Pueblo.
El activista y estudiante de secundaria Martin Atanasov, que participó activamente en las manifestaciones, declaró a The Cube, el equipo de verificación de hechos de Euronews, que las protestas no son "antieuro por naturaleza". Incluyen a personas con opiniones diversas, pero la oposición al euro no es el mensaje central del movimiento".
"Lo que une a los manifestantes es la demanda de transparencia, confianza y gobernanza responsable", afirmó. Contrariamente a los mensajes virales, las protestas y la posterior caída del Gobierno no tienen actualmente ninguna relación con la entrada prevista de Bulgaria en la eurozona, prevista para el 1 de enero de 2026, según confirmó un portavoz de la Comisión Europea.
Bulgaria es propensa a la desinformación
Múltiples investigaciones han identificado a Bulgaria como un país vulnerable a la desinformación rusa. Según un estudio del Centro de Información, Democracia y Ciudadanía de la Universidad Americana de Bulgaria, el país es blanco desproporcionado de la red Pravda, un entramado de más de 190 sitios web que difunden mensajes favorables al Kremlin.