El año que viene, los electores de todo el continente tendrán que tomar grandes decisiones en las urnas. 'Euronews' examina las principales pruebas electorales que aguardan a la UE -y más allá- en 2026.
El 2025 ha sido un año decisivo para las elecciones en toda la Unión Europea. Rumanía se encontró en el centro de campañas coordinadas de injerencia extranjera en las redes sociales, mientras que el primer ministro polaco, Donald Tusk, no logró consolidar la posición de su partido frente a los conservadores en la carrera presidencial. Y mientras los democristianos volvían al poder en Alemania, el multimillonario de derechas Andrej Babiš resultaba reelegido en la República Checa.
Ahora, la UE entra en 2026 con la guerra de Rusia en Ucrania continuando en su flanco oriental. Con los Estados miembros divididos sobre la mejor manera de apoyar a Kiev y las tensiones crecientes entre el bloque y Estados Unidos, las principales elecciones del año podrían transformar una vez más la posición política y geopolítica de Europa. 'Euronews' analiza las principales pruebas electorales que aguardan a la UE en el próximo año.
Hungría: ¿Fin de la era Orbán?
2026 podría ser el año en que finalice la mayor permanencia ininterrumpida en el poder de la UE. Viktor Orbán fue primer ministro de Hungría por primera vez entre 1998 y 2002, y ha reinado desde su reelección en 2010. En la carrera por su sexto mandato, se enfrenta a un serio aspirante: Péter Magyar, antiguo miembro del Fidesz convertido en líder de la oposición.
El partido de Orbán, Fidesz, y el partido de Magyar, Tisza, no difieren significativamente en cuestiones sociales como los derechos del colectivo LGBTQ+ o la inmigración, pero Magyar aboga con fuerza por mejorar el poder adquisitivo de los húngaros, actualmente uno de los más bajos de Europa, y por mejorar las relaciones con Bruselas, que sigue condicionando los multimillonarios pagos de los fondos de cohesión al respeto del Estado de Derecho.
Su campaña parece estar dando en el clavo: los últimos sondeos sitúan a Tisza 13 puntos por delante. Pero sea cual sea el resultado, la votación tendrá ramificaciones mucho más allá de las fronteras de Hungría.
Orbán se sitúa en el centro del campo nacional-conservador de Europa, alineándose estrechamente con la visión del mundo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y desafiando abiertamente las posiciones dominantes de la UE en materia de migración, normas democráticas y, en particular, la guerra de Ucrania.
La reticencia de Budapest a sancionar a Moscú o apoyar a Kiev ha ahondado las divisiones dentro del bloque. Un cambio de liderazgo podría reorganizar la dinámica de poder dentro del Consejo Europeo en un momento crucial para el futuro de Ucrania.
España, Alemania, Francia e Italia: Cuentas locales para los Gobiernos nacionales
Cuatro de las mayores potencias de la UE se preparan para unas elecciones regionales y municipales que confirmarán el empuje de la extrema derecha y servirán para medir la creciente desconfianza en las autoridades de Madrid, Berlín, París y Roma.
En España, el partido socialista PSOE del presidente Pedro Sánchez se tambalea tras su derrota en las elecciones autonómicas del 21 de diciembre en Extremadura, donde obtuvo el peor resultado de su historia en un bastión tradicional. Mientras tanto, en Madrid, la coalición gobernante de Sánchez está bajo presión tras varios escándalos de corrupción y tiene dificultades para aprobar un presupuesto por tercer año consecutivo.
Las próximas elecciones autonómicas en Aragón, el 8 de febrero, Castilla y León, el 15 de marzo, y Andalucía, la región más grande de España por tamaño y población, la última el 30 de junio, serán pruebas cruciales no sólo para el PSOE, sino también para el Partido Popular (PP), la oposición de centro-derecha. La cuestión es si el PP puede asegurarse mayorías de cara a las elecciones generales de 2027 sin depender del apoyo del partido de extrema derecha Vox.
También el 15 y el 22 de marzo, los franceses acudirán a las urnas para elegir a los alcaldes de todo el país y, al igual que en España, estas elecciones locales servirán de indicador de cara a las presidenciales de 2027.
Francia se enfrenta actualmente a una crisis política de inestabilidad gubernamental prolongada, unos índices de aprobación del presidente Emmanuel Macron en mínimos históricos y el ascenso continuado de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) a pesar de que su líder Marine Le Pen tiene prohibido presentarse a las elecciones.
En Italia, las elecciones municipales en las principales ciudades de Roma, Milán, Bolonia y Turín se pospusieron durante la pandemia y se reprogramaron para la primavera de 2027. En su lugar, los votantes acudirán a las urnas en 2026 sólo en un número menor de ciudades como Venecia, Reggio Calabria, Arezzo, Andria y Pistoia.
Los italianos también votarán un referéndum sobre una reforma constitucional del sistema judicial. Se presentará la próxima primavera, pero la fecha está aún por determinar. Se considerará una prueba de apoyo público a la coalición de Meloni de cara a las elecciones generales de 2027.
Por último, varios Estados alemanes se preparan para las elecciones regionales: Baden-Wurtemberg y Renania-Palatinado en marzo, y Sajonia-Anhalt, Berlín y Mecklemburgo-Pomerania Occidental en septiembre. Estas elecciones estatales pondrán a prueba la popularidad del canciller Friedrich Merz, en el cargo desde mayo, y también medirán el ascenso de la extrema derecha no sólo en la desindustrializada antigua Alemania del Este, sino también en la más rica del Oeste.
Suecia: La sombra de la injerencia extranjera
De cara a las elecciones generales de septiembre, el primer ministro Ulf Kristersson escribió en X que "cuando Suecia acuda a las urnas el año que viene, lo haremos en una grave situación de seguridad que debemos tener en cuenta".
Kristersson gobierna una coalición de centristas, socialistas, liberales y democristianos, que actualmente obtiene unos resultados en las urnas similares a los de las elecciones de 2023. Desde entonces, Suecia se enfrenta a un aumento de la delincuencia violenta, lo que ha alimentado la retórica de la derecha que se escucha en toda Europa, en la que a menudo se hace hincapié en este fenómeno para alimentar los argumentos contra la inmigración.
Pero la "grave situación de seguridad" que preocupa al primer ministro es la amenaza de injerencias extranjeras. En noviembre, el Ministerio de Defensa dijo que había reforzado sus capacidades de ciberseguridad y que estaba en alerta ante injerencias electorales como las que se han visto en Alemania, que insistió este año en que Rusia "pagaría un precio" por sus "ataques híbridos" contra la infraestructura electoral.
Es probable que estas operaciones de injerencia extranjera beneficien a los partidos críticos con la inmigración, escépticos con la integración en la UE y más ambiguos en su postura hacia Moscú, una tendencia ejemplificada por los Demócratas Suecos. Se espera que las elecciones suecas sean una prueba de resistencia democrática en la UE tras la aplicación de la Ley de Servicios Digitales (DSA), que aborda la interferencia electoral en las redes sociales, y el Escudo Democrático propuesto por el bloque.
Dinamarca: Bajo presión, dentro y fuera del país
Tras perder Copenhague por primera vez desde 1938, Mette Frederiksen y sus socialdemócratas se enfrentan ahora a una votación nacional. Según los analistas, la dura postura de Frederiksen en materia de inmigración no ha dado sus frutos. Las encuestas indican que la primera ministra, en el poder desde 2019, podría perder su puesto, ya que la coalición gobernante, que engloba a partidos desde el centro-izquierda hasta el centro-derecha, parece cada vez más frágil.
Dinamarca también está preocupada por su integridad territorial. A principios de mes, Trump reiteró sus intenciones expansionistas respecto a Groenlandia, territorio autónomo del Reino de Dinamarca. La votación debería celebrarse antes de octubre de 2026, pero aún no se ha confirmado la fecha.
Bulgaria: Sin Gobierno, pero el euro llegará pronto
A partir del 1 de enero de 2026, Bulgaria adoptará oficialmente el euro como moneda. Sin embargo, el país vive una gran inestabilidad política desde noviembre, tras la dimisión del Gobierno en medio de grandes protestas callejeras por la corrupción y la influencia oligárquica.
Ya hay convocadas elecciones presidenciales para el 8 de noviembre, y también se espera una votación parlamentaria para resolver el estancamiento político.
Letonia y Eslovenia: Posibles nuevos jefes de Estado
Eslovenia y Letonia celebrarán elecciones parlamentarias en marzo y octubre, respectivamente.
En Eslovenia, los sondeos muestran al Partido Democrático, de la oposición de centro-derecha, ligeramente por delante del actual Movimiento por la Libertad, partido de centro-izquierda liderado por el primer ministro Robert Golob. Los analistas estiman que formar Gobierno tras las elecciones podría ser difícil, ya que varios partidos nuevos y más pequeños entran en liza.
En Letonia, las elecciones determinarán quién sucederá a la actual coalición de centro-derecha liderada por la primera ministra Evika Siliņa. Su partido ocupa actualmente el segundo lugar en las encuestas, justo por detrás de la conservadora Alianza Nacional. A principios de 2025, las elecciones locales revelaron deficiencias en el sistema informático de votación, pero la Comisión Electoral Central letona afirma haberlas resuelto antes de los comicios de octubre.
Estados Unidos, Brasil, Israel y Rusia: Elecciones mundiales con implicaciones para la UE
La UE no sólo está a merced de sus propios votantes. En noviembre de 2026, los votantes estadounidenses acudirán a las urnas para las elecciones legislativas de mitad de mandato, que determinarán la composición de la Cámara de Representantes y un tercio de los escaños del Senado.El resultado podría decidir cuánto poder puede ejercer la administración Trump dentro y fuera del país.
Los europeos estarán muy atentos. A principios de este mes, la Administración estadounidense publicó una Estrategia de Seguridad Nacional en la que prometía "cultivar la resistencia a la trayectoria actual de Europa dentro de las naciones europeas" para detener su "declive civilizatorio".
Los brasileños acudirán a las urnas en octubre de 2026. El actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en las encuestas, aspira a la reelección. La UE se juega en esta votación el futuro del acuerdo de Mercosur, un tratado de libre comercio que lleva más de dos décadas gestándose.
Israel también celebrará elecciones parlamentarias y elegirá a su primer ministro, lo que podría cambiar la dinámica de poder que ha determinado los conflictos en la región.
Por último, los rusos celebrarán elecciones parlamentarias, pero se espera que el resultado esté amañado a favor del presidente Vladímir Putin, con los partidos de la oposición silenciados y una libertad de prensa cada vez más escasa.