LONDRES, 14 sep - Después de tres meses de descenso de la demanda mundial de petróleo, la difusión de la vacuna COVID-19 está llamada a desatar la sed de petróleo, obstaculizada por las restricciones de la pandemia, especialmente en Asia, según afirmó el martes la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La AIE, con sede en París, señaló en su informe mensual sobre el petróleo que "ya hay indicios de que los casos de COVID están disminuyendo y se espera que la demanda repunte en 1,6 millones de barriles diarios (bpd) en octubre y siga creciendo hasta finales de año".
La AIE pronosticó un fuerte repunte del mercado a partir del cuarto trimestre del año, debido a "una importante demanda reprimida y el continuo progreso de los programas de vacunación".
Aun así, la propagación de la variante delta del virus en los últimos meses hizo que la agencia recortara su previsión de crecimiento de la demanda para el año en general en 105.000 bpd, mientras que elevó su estimación para 2022 en 85.000 bpd.
Los daños causados por el huracán Ida en el centro petrolífero de la costa estadounidense del Golfo de México provocaron el primer descenso de la oferta mundial en cinco meses, según la AIE, que estimó que las posibles pérdidas de suministro por la tormenta se acercan a los 30 millones de barriles.