LONDRES, 10 dic - La economía británica apenas creció en octubre, incluso antes de la aparición de la variante ómicron del coronavirus, lo que ha hecho mella en las expectativas de que el Banco de Inglaterra suba las tasas de interés la semana que viene por primera vez desde el estallido de la pandemia.
El producto interior bruto de Reino Unido subió un 0,1% en octubre con respecto al mes anterior, menos de lo esperado, lo que supuso una fuerte desaceleración respecto al crecimiento mensual del 0,6% de septiembre.
Esto significó que la economía británica siguió siendo un 0,5% más pequeña que en febrero de 2020, justo antes de que Reino Unido iniciara su primer confinamiento por COVID-19, según datos del viernes de la Oficina de Estadísticas Nacionales del país.
"Siempre hemos reconocido que podría haber baches en nuestro camino hacia la recuperación", dijo el ministro de Finanzas británico, Rishi Sunak.
"Pero las primeras medidas que hemos tomado, nuestro actual paquete de apoyo económico de 400.000 millones de libras y nuestro programa de vacunas significan que estamos bien situados para mantener nuestra economía en el buen camino".
Los economistas encuestados por Reuters habían previsto un crecimiento mensual del PIB del 0,4%.
Maike Currie, directora de inversiones de Fidelity International, dijo que el rápido aumento de la tasa de inflación en Reino Unido y la propagación de ómicron podrían significar que la quinta mayor economía mundial comience a contraerse de nuevo.
"El Banco de Inglaterra será muy consciente de que es más difícil sacar a una economía de la recesión que enfriar la creciente inflación, lo que hace cada vez más improbable una subida de los tipos de interés la próxima semana".
La libra esterlina caía tras la publicación de las cifras, ya que los inversores las consideraron una razón más para que el banco central británico no siga adelante con sus señales de los últimos meses de que empezaría a subir los costes de los préstamos ante la creciente presión inflacionista.
El Banco de Inglaterra está celebrando sus reuniones de política monetaria de diciembre y tiene previsto anunciar su decisión el próximo jueves.
La economía británica se recuperó con fuerza a principios de este año de la caída de casi el 10% que sufrió en 2020 cuando surgió la pandemia.
Pero el repunte se ha ralentizado en los últimos meses, ya que los problemas de la cadena de suministro han afectado a los fabricantes, y se espera que pierda más impulso debido a las nuevas normas vinculadas al COVID-19 para frenar la propagación de la variante ómicron.
El escaso crecimiento de octubre se vio respaldado por un aumento continuado de las citas presenciales en las consultas médicas de Inglaterra, que habían caído bruscamente durante la pandemia, lo que contribuyó a un aumento del 0,4% de la producción en el predominante sector servicios británico.
Por el contrario, la producción industrial descendió un 0,6%, debido a las fuertes caídas en los sectores de la electricidad y el gas y de la minería y las canteras.
El sector manufacturero se estancó debido a los problemas de la cadena de suministro y la escasez de personal.
El sector de la construcción registró su mayor caída desde abril de 2020, un 1,8% menos que en septiembre, también afectada por la escasez de suministros.
Por otra parte, la ONS publicó datos comerciales que muestran que el déficit comercial de bienes de Reino Unido se redujo a 13.900 millones de libras en octubre desde los 14.700 millones de libras de septiembre.
(1 dólar = 0,7570 libras)