Por Xie Yu y Clare Jim
HONG KONG, 30 dic - Las acciones de China Evergrande Group caían el jueves después de que la endeudada promotora inmobiliaria no pagara unos cupones en el extranjero que vencían a principios de esta semana.
Evergrande, cuyos 19.000 millones de dólares en bonos internacionales se encuentran en situación de impagos cruzados tras incumplir el plazo para abonar cupones a principios de este mes, tenía nuevos pagos pendientes por valor de 255 millones de dólares que vencían el martes para sus bonos de junio de 2023 y 2025.
Algunos titulares de los dos bonos aún no han recibido los cupones, según tres fuentes con conocimiento del asunto. Ambos pagos tienen un periodo de gracia de 30 días.
Las acciones de Evergrande bajaban un 9,7% a 1,49 dólares de Hong Kong a las 0307 GMT, mientras que el índice Hang Seng subía un 0,5%.
Bloomberg News informó anteriormente de que la fecha de vencimiento había pasado sin señales de pago por parte de la promotora inmobiliaria.
La caída del jueves de Evergrande borraba las ganancias de principios de esta semana, cuando el mercado había acogido positivamente el progreso inicial de la empresa en la reanudación de obras de construcción.
El presidente de la empresa, Hui Ka Yan, se comprometió en una reunión celebrada el domingo a entregar 39.000 unidades de vivienda en diciembre, frente a las menos de 10.000 de cada uno de los tres meses anteriores.
"(Los impagos) demuestran que Evergrande sigue sin ir bien aunque esté entregando viviendas", dijo Thomas Kwok, jefe del negocio de renta variable de CHIEF Securities en Hong Kong.
La confianza del mercado en Evergrande y en el sector inmobiliario chino es débil, ya que podría haber más impagos con muchos bonos que vencen en enero, añadió Kwok.
Evergrande tiene más de 300.000 millones de dólares en pasivos y se esfuerza por conseguir efectivo vendiendo activos y acciones para pagar a proveedores y acreedores.
El destino de Evergrande y de otras empresas inmobiliarias chinas endeudadas ha atenazado a los mercados financieros en los últimos meses por el temor a las reacciones en cadena, y Pekín ha intentado reiteradamente tranquilizar a los inversores.