BRASILIA, 27 abr - La inflación de Brasil se aceleró menos de lo previsto en el mes hasta mediados de abril, pero aún así marcó la mayor alza de precios para el período en 27 años, con el aumento generalizado del Índice de Precios al Consumidor destacando el difícil escenario para el control inflacionario.
El Índice de Precios al Consumidor IPCA-15 de Brasil subió un 1,73% en el mes, por encima del 0,95% de marzo, pero por debajo de la media del 1,85% prevista en un sondeo de Reuters.
Según la agencia de estadísticas IBGE, fue la mayor variación mensual desde febrero de 2003.
Los datos se dieron a conocer antes de una reunión de política monetaria del banco central la próxima semana, con crecientes apuestas en el mercado a que el agresivo ciclo de ajuste se extenderá en medio de la persistente inflación y el reciente repunte del dólar, que impulsa los precios de las importaciones.
Los precios de ocho de los nueve grupos de productos y servicios encuestados subieron a mediados de abril, siendo el transporte el de mayor impacto, donde los costos subieron un 3,43% impulsados por un aumento del 7,54% en los precios del combustible. Le siguieron los alimentos y bebidas, con un crecimiento del 2,25%.
La inflación en los 12 meses hasta mediados de abril subió al 12,03%, desde el 10,79% del mes anterior, pero también menos que la subida del 12,16% esperada por los analistas.
Aun así, se alejó del objetivo oficial del 3,5% para este año. El jefe del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, había dicho anteriormente que la inflación alcanzaría su punto máximo en abril, llegando al 11% en 12 meses.
En marzo, subrayó que el ajuste en curso de la política monetaria probablemente terminaría con una última subida de 100 puntos básicos en las tasas de referencia el próximo miércoles, a menos que alteraciones imprevistas del mercado cambiaran el escenario. Las tasas se sitúan ahora en el 11,75%, tras haber subido desde el mínimo histórico del 2% en marzo de 2021.
El plan, sin embargo, ha sido cuestionado por los agentes del mercado, ya que los datos de inflación apuntan a que el aumento de los precios se está extendiendo por toda la economía, agravado por el impacto de las materias primas, provocado por la guerra en Ucrania.