LONDRES, 5 ago -El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, rechazó las sugerencias de la favorita para convertirse en la próxima primera ministra británica, Liz Truss, y de sus partidarios, según las que el Gobierno debería tener un papel más importante en el funcionamiento del banco central.
En un momento en el que la inflación va a superar el 13% a finales de este año —su nivel más alto desde 1980—, Truss ha dicho que quiere establecer "una clara dirección de itinerario" para la política monetaria y ha prometido una revisión de las competencias del Banco de Inglaterra.
Una aliada de Truss, la fiscal general Suella Braverman, ha llegado a decir que la revisión cuestionaría los poderes exclusivos del BoE para fijar los tipos de interés.
Bailey respondió diciendo que era "críticamente importante" que los bancos centrales mantuvieran su independencia, algo sobre lo que el BoE tenía "opiniones firmes".
"En realidad, no creo, por lo que veo, que... haya un gran deseo en este país de cuestionar la independencia de los bancos centrales", dijo a la radio de la BBC en una entrevista emitida el viernes, un día después de que el BoE subiera los tipos de interés al máximo desde 1995 y pronosticara una larga recesión.
"Pero estoy muy contento de debatir con el nuevo Gobierno, ya sabe, los detalles y la naturaleza del régimen que está en marcha".
El BoE recibió independencia operativa en materia de política monetaria en 1997, y desde entonces se encarga de cumplir un objetivo de inflación —actualmente del 2%— fijado por el Gobierno.
Truss ha dicho que ha llegado el momento de revisar ese mandato y también ha sugerido que volver a centrarse en la producción monetaria podría ser una forma de controlar la inflación.
Dado que Reino Unido se verá más afectado que otras grandes economías, en las que el aumento de los precios de la energía afecta de manera menos directa a los consumidores y las empresas, Bailey se ha enfrentado a duras críticas contra el BoE por parte de Truss y sus partidarios por haber subido los tipos demasiado tarde.
En declaraciones a la BBC, dijo que abordaría esas críticas: "Hay algunos puntos en los que sí, diré 'lo siento, no estoy de acuerdo con ese punto'".
Bailey también dijo que tenía la intención de cumplir todo su mandato como gobernador, que finaliza en 2028.
"Me comprometí. Es un mandato de ocho años y esa es la parte de la estructura de la independencia del Banco de Inglaterra que no cambia con los cambios de Gobierno, los cambios de opinión", dijo.
El viernes, el ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, que apoya a Truss, volvió a criticar al Banco de Inglaterra.
"Si su objetivo es el 2% y está prediciendo el 13%, algo ha fallado. Y hay que ver cómo está organizado el banco y cuáles son los objetivos", dijo a Sky News.
Cuando se le preguntó si el Banco de Inglaterra mantendría su independencia con un Gobierno liderado por Truss, Kwarteng dijo: "Va a mantener absolutamente su independencia".