BERLÍN, 23 ago - El martes, una encuesta preliminar mostró que la actividad empresarial alemana se agravó en agosto, ya que la demanda de las empresas se vio afectada por una combinación de inflación elevada, tipos de interés al alza e incertidumbre económica.
El índice compuesto de gestores de compras (PMI) de S&P Global, que analiza tanto el sector manufacturero como el de servicios, que juntos representan más de dos tercios de la mayor economía de Europa, cayó a 47,6 en agosto desde la lectura final de julio de 48,1, en línea con las previsiones de los analistas de una lectura de 47,4.
Agosto marca el segundo mes consecutivo en que el dato cayó por debajo de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción, así como la cifra más baja, si se confirma en una lectura final a finales de mes, desde junio de 2020.
Por separado, el índice manufacturero subió a 49,8 en agosto desde los 49,3 del mes anterior, superando las previsiones de los analistas de 48,2, mientras que el índice de servicios cayó a 48,2 desde los 49,7 del mes anterior, quedando por detrás de las expectativas de un nivel de 49,0 para agosto.
"Los datos del PMI pintan un panorama sombrío de la economía alemana a mitad del tercer trimestre, mostrando un declive cada vez mayor de la actividad empresarial del sector privado", dijo Paul Smith, director asociado de economía de S&P Global Market Intelligence.
Como nota positiva, Smith dijo que los datos indicaban una mayor relajación de los cuellos de botella de la oferta y la inflación de los costes de los insumos.
"Sin embargo, con la amenaza de una crisis energética que aún se cierne sobre nosotros, las perspectivas siguen estando plagadas de incertidumbre", añadió.