BERLÍN, 2 sep - La Comisión Europea planea adquirir competencias de emergencia para intervenir en la producción de ciertos bienes en situaciones críticas, informó el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), que basa su información en un borrador de la propuesta.
La Comisión Europea ha estado estudiando cómo evitar los cuellos de botella en el suministro que acompañaron a la pandemia de coronaviru, ya que no quiere seguir confiando en que las empresas de los 27 Estados miembros de la Unión Europea tomen precauciones por su cuenta.
El llamado instrumento de emergencia del mercado único, que se presentará el 13 de septiembre, establece varias fases que otorgan a Bruselas distintos poderes en función de la situación.
El "modo de vigilancia", que podría declararse ante un acontecimiento que pudiera amenazar la seguridad del suministro, permite a la Comisión solicitar datos de las empresas y sugerir que se constituyan primero "reservas estratégicas" y, si eso no es suficiente, ordenarlas.
En caso de crisis, la Comisión podría dictar directamente qué pedidos deben priorizar las empresas, según el periódico. Las empresas sólo quedarían exentas si las condiciones de la Comisión provocan dificultades económicas o por razones de capacidad.
Según FAZ, los Estados miembros podrían impedir la activación de estos modos, así como intervenciones específicas de la Comisión, pero el obstáculo sería especialmente significativo.
Los poderes están diseñados para evitar que los Estados miembros restrinjan sus mercados internos durante una crisis —como se vio durante la pandemia con las prohibiciones de exportación de mascarillas— a través de la transparencia y una mejor coordinación de las medidas nacionales.
Un responsable de la Comisión dijo que la medida propuesta pretende garantizar una mayor transparencia y coordinación en caso de situación crítica, salvaguardar la libre circulación de servicios y bienes y maximizar la disponibilidad de productos esenciales.
El responsable declinó hacer comentarios directos sobre el artículo, diciendo que la Comisión no comentaba documentos filtrados.
El brazo ejecutivo de la UE está ultimando su propuesta.
Según FAZ, la propuesta se ha enfrentado a las críticas del Parlamento Europeo, que junto con el Consejo de Ministros de la UE tendría que dar su visto bueno antes de que pudiera entrar en vigor.