Por Kantaro Komiya y Tetsushi Kajimoto
TOKIO, 9 sep - El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, dijo que los movimientos rápidos del yen no son deseables tras una reunión con el primer ministro, Fumio Kishida, el viernes, uniéndose a un coro de responsables de política monetaria que están lanzando advertencias verbales sobre la reciente caída brusca de la moneda a mínimos de 24 años.
"Los movimientos bruscos de la moneda no son deseables, ya que desestabilizan los planes de negocio de las empresas y aumentan la incertidumbre", dijo Kuroda a los periodistas tras la reunión, que describió como una puesta al día ocasional de ambas partes para discutir asuntos económicos y financieros generales.
"Cuando el yen se mueve de 2 a 3 yenes al día, es un movimiento rápido", dijo Kuroda, cuando se le preguntó por las recientes fluctuaciones de la moneda japonesa.
El dólar se disparó más de 2 yenes tanto el martes como el miércoles, alcanzando los 144,99 por dólar —su máximo desde agosto de 1998— antes de estabilizarse.
"Vigilaremos cuidadosamente los movimientos del tipo de cambio", dijo Kuroda a los periodistas tras la reunión del viernes con Kishida.
Añadió que, aunque ambos discutieron la evolución del mercado, incluyendo los movimientos de las divisas, no recibió ninguna petición de política específica por parte del primer ministro.
El dólar caía a 143,10 yenes tras las declaraciones de Kuroda y prolongó su caída a 142,43. La última vez que bajó fue un 1%, a 142,75, lo que supone su mayor caída en un día desde hace un mes.
Las declaraciones de Kuroda se produjeron después de que el ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki, dijera el viernes que el Gobierno no descartaría ninguna opción sobre los movimientos de divisas, repitiendo una advertencia hecha el jueves por el principal diplomático de divisas del país, el viceministro de Finanzas para Asuntos Internacionales, Masato Kanda.
"Hemos visto un rápido aumento de la volatilidad del mercado en un contexto de movimientos especulativos", dijo Suzuki a los periodistas, añadiendo que las autoridades estaban "muy preocupadas" por esos movimientos.