Por Simon Johnson
ESTOCOLMO, 20 sep - El banco central de Suecia subió el martes las tasas de interés en un punto porcentual a 1,75%, una medida mayor a la esperada, y advirtió que habrá más en los próximos seis meses mientras busca controlar la creciente inflación.
La inflación alcanzó en agosto el 9%, un máximo de 30 años, ya que el efecto del aumento de los precios de la energía se extendió por la economía y superó las previsiones del Riksbank.
La subida de tasas fue la mayor desde que se adoptó el objetivo de inflación en 1993, igualando el aumento total de puntos porcentuales de noviembre de 1992 durante la crisis financiera interna de Suecia, cuando la tasa principal alcanzó el 500% durante un breve período.
"Cuando las tasas suben, obviamente, los costos de los intereses aumentan para muchos hogares, pero los costos de la alta inflación (...) son, de hecho, aún mayores", dijo el gobernador Stefan Ingves a periodistas. "Al subir las tasas ahora y continuar subiéndolas, reducimos el riesgo de que la inflación se estacione en un nivel alto".
La mayoría de los analistas en una encuesta de Reuters habían pronosticado un aumento de 75 puntos básicos y solo dos esperaban un punto porcentual completo.
Es poco lo que el banco central puede hacer sobre el nivel actual de inflación. Sin embargo, los encargados de la política monetaria no quieren que el aumento de los precios se extienda a demandas salariales más altas, lo que haría que el trabajo de volver al objetivo de inflación del 2% fuera mucho más difícil a largo plazo.
Las subidas de tasas continuarán a pesar de las previsiones. La economía sueca se dirige a una fuerte desaceleración, posiblemente incluso a una recesión.
El Riksbank prevé que el PIB se contraerá un 0,7% el próximo año.