PEKÍN, 30 sep - La actividad de las fábricas chinas creció a duras penas en septiembre, pero la ralentización del crecimiento del sector de los servicios y una encuesta privada sobre el sector manufacturero apuntan a un mayor enfriamiento, ya que la economía se enfrenta a las restricciones del COVID-19 y a la disminución de la demanda de exportaciones.
El índice oficial de gestores de compras del sector manufacturero superó las expectativas, ayudado por una serie de recientes medidas de flexibilización, pero la encuesta privada Caixin mostró que la actividad de las fábricas se contrajo más rápidamente en septiembre, y la encuesta oficial mostró una fuerte desaceleración del crecimiento de la actividad del sector de los servicios.
El gobierno chino ha puesto en marcha más de 50 medidas económicas desde finales de mayo. Pero los datos sugieren que la segunda economía del mundo, que también se enfrenta a una crisis inmobiliaria, se está encontrando con dificultades por recuperar el ritmo tras evitar por poco la contracción en el segundo trimestre.
"Las encuestas sugieren que la economía china continuó perdiendo impulso en septiembre, con la desaceleración mundial pesando sobre las exportaciones y las interrupciones del virus dando un nuevo golpe a la actividad de los servicios", dijo Zichun Huang, economista de Capital Economics, en una nota.
El índice oficial de gestores de compras (PMI) del sector manufacturero subió a 50,1 en septiembre, frente a los 49,4 de agosto, según informó el viernes la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS).
Superó las expectativas de una lectura de 49,6 en una encuesta de Reuters entre economistas, y se situó por encima de la marca de 50 puntos que separa la contracción del crecimiento.
"Con la entrada en vigor de la cesta de políticas económicas y el desvanecimiento de los impactos de las olas de calor, el sector manufacturero se ha recuperado, lo que ha llevado al PMI a volver a territorio expansivo", dijo Zhao Qinghe, un estadista de la NBS, en un comunicado.
La encuesta oficial del PMI manufacturero mostró que el índice de nuevos pedidos de exportación cayó a 47,0 desde 48,1 en agosto, una tendencia que también se refleja en la encuesta privada Caixin. La demanda externa se ha visto afectada por la subida de los tipos, la elevada inflación y la guerra de Ucrania.
Las medidas más estrictas en varias ciudades, entre ellas el centro tecnológico de Shenzhen y la megaciudad de Chengdu, contribuyeron a la caída de los nuevos pedidos y del empleo en el sector manufacturero, según la encuesta oficial.