LONDRES, 18 oct - El Banco de Inglaterra dijo el martes que los fondos de inversión que garantizan el pago de obligaciones (LDI) están ahora mejor preparados para gestionar choques como el desencadenado por el minipresupuesto de septiembre, y que el riesgo de otra "venta de emergencia" de bonos gubernamentales (gilts) se ha reducido significativamente.
Los fondos que garantizan los pagos de pensiones se vieron obligados a deshacerse de miles de millones de libras de deuda pública británica a precios abusivos a principios de este mes, después de que un desafortunado paquete de recortes fiscales disparó los rendimientos, lo que desencadenó que los intermediarios exigieran más garantía por los derivados diseñados para protegerse de los movimientos de las tasas.
El Banco de Inglaterra tuvo que intervenir para comprar bonos y estabilizar el mercado.
"En conjunto, los fondos LDI (Liability-Driven Investment) están ahora significativamente mejor preparados para gestionar choques de esta naturaleza en el futuro", dijo el vicegobernador del Banco de Inglaterra, Jon Cunliffe, en una carta al Comité Selecto del Tesoro del Parlamento.
"Como tal, el riesgo de que el comportamiento de los fondos LDI desencadene una dinámica de 'venta forzosa' en el mercado de los gilts y caídas autoinducidas de los precios de los gilts se ha reducido significativamente".
A los fondos LDI les solicitaron colaterales mucho mayores en las últimas semanas para obtener protección contra los movimientos bruscos de los rendimientos, con el beneplácito de los reguladores, dijeron a Reuters fuentes del sector.
Las fuentes calculan que los planes de pensiones tuvieron que vender al menos 300.000 millones de libras en activos para atender las peticiones de garantías.
Cunliffe dijo que el Banco de Inglaterra continuará vigilando las condiciones del mercado y trabajará con los reguladores en las lecciones que se deben aprender de la reciente tensión, en particular el impulso a una reforma de la regulación de las instituciones financieras no bancarias, que incluyen los fondos de pensiones.
La supervisión reglamentaria del sector británico de los LDI, que asciende a 1,6 billones de libras, se encuentra bajo escrutinio tras la crisis del mercado de los gilts.