Praga, Bohemia Central y el distrito de Karlovy Vary, en particular, están actualmente muy afectados por un brote de hepatitis A. Mientras tanto, la primera estación de esquí de los Montes Metálicos también pide que se cumplan estrictamente las normas de higiene.
Las autoridades sanitarias checas informan actualmente del mayor brote de hepatitis A desde 1989. Según cifras oficiales, a finales de octubre se habían confirmado más de 2.300 infecciones. La capital, Praga, está especialmente afectada, con más de 1.000 casos.
En todo el país han muerto hasta ahora 28 personas relacionadas con la enfermedad.
Praga y Karlovy Vary gravemente afectadas
Además de Praga, la región de Karlovy Vary también es una de las más afectadas. La autoridad local de higiene sigue informando de un elevado número de nuevas infecciones. La popular estación de deportes de invierno de Boží Dar, cerca de la frontera alemana, también ha reaccionado y ha tomado medidas de precaución: Se han instalado dispensadores de desinfectante adicionales en las instalaciones públicas y se han aumentado considerablemente los intervalos de limpieza. El balneario está situado en la frontera con Alemania, cerca de Oberwiesenthal.
Según el distrito de Karlovy Vary, la región de Sokolov (Falkenau an der Eger) está especialmente afectada. La zona está situada en la autopista D6, cerca de la frontera con Vogtland y Alta Franconia, que conduce a la conocida ciudad balneario y a Praga.
Sin embargo, desde el punto de vista epidemiológico, actualmente no hay peligro para la población sajona, según ha declarado un portavoz del Ministerio de Sanidad sajón a Freie Presse.
El Ministerio de Sanidad sajón aconseja a los viajeros a las regiones afectadas que tengan especial cuidado con la higiene de las manos. En la medida de lo posible, no se deben tocar directamente los tiradores de las puertas, los carritos de la compra ni los aseos públicos.
¿Qué es la hepatitis A y cómo puedes contagiarte?
La hepatitis A es una inflamación del hígado altamente contagiosa causada por un virus. El contagio suele producirse a través de alimentos o agua contaminados o por contacto estrecho con una persona ya infectada u objetos contaminados, como aseos o picaportes. Lavarse las manos con frecuencia y desinfectar las superficies protege contra la infección.
Los alimentos sospechosos de estar infectados por el virus de la hepatitis A deben lavarse a fondo y calentarse al menos a 70ºC durante varios minutos. La congelación no destruye los virus.
En general, el Instituto Robert Koch (RKI) recomienda la vacunación contra la hepatitis A, sobre todo cuando se viaja a zonas con mayor riesgo de infección. Se considera que la vacuna se tolera bien y suele ofrecer una protección duradera. También existe una vacuna combinada contra la hepatitis A y B. Actualmente no existe un riesgo elevado de hepatitis A en Alemania.