El brote de peste porcina africana en Collserola alcanza ya nueve jabalíes infectados y muertos por el virus, mientras el Gobierno refuerza el dispositivo de contención y Pedro Sánchez pide calma ante la preocupación del sector porcino.
El brote de peste porcina africana (PPA) en el parque natural de Collserola, cerca de Barcelona, continúa creciendo. El Laboratorio Central de Veterinaria de Algete confirmó este martes siete nuevos casos en jabalíes hallados muertos a consecuencia del virus en Cerdanyola del Vallès, muy cerca de donde aparecieron los dos primeros la semana pasada. En total, ya son nueve los animales infectados en la misma área, una situación que las autoridades españolas han notificado tanto a la Comisión Europea como a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Para contener el avance del virus, altamente resistente y de gran impacto para el sector porcino, el Gobierno central ha desplegado más de 150 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que trabajan sobre el terreno en la llamada "zona cero" buscando nuevos animales muertos y apoyando las labores de desinfección. A ellos se suman 75 agentes de la Guardia Civil, según detallaron el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, y el teniente coronel Joaquín Núñez, desde el centro de mando de Torreferrussa.
La Generalitat ha activado medidas de apoyo inmediato. El consejero de Agricultura, Òscar Ordeig, anunció una línea de crédito para el sector y un plan para reforzar la bioseguridad en las granjas catalanas. Ordeig explicó que las actuaciones se acordaron tras reunirse con alcaldes de los municipios situados en el radio de vigilancia de 20 kilómetros alrededor de Collserola. Una de las medidas ya aplicadas es la prohibición de la caza en toda el área afectada, para evitar que los jabalíes se desplacen y puedan esparcir el virus.
Sánchez pide "calma"
El Gobierno central ha pedido calma. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió en una entrevista con 'RTVE' que se están reforzando las medidas de bioseguridad y la coordinación con la Generalitat, y destacó el despliegue de la UME como parte del esfuerzo para "acotar al máximo" el foco, que ya está afectando a las exportaciones de carne de cerdo de la región catalana.
La preocupación también ha llegado a Aragón, una de las comunidades con mayor producción porcina. Su vicepresidenta, Mar Vaquero, calificó la situación de "máxima alerta" y aseguró que ya se trabaja con empresas y productores para preparar escenarios y minimizar riesgos, aunque por ahora la mayoría de países mantienen el principio de regionalización y solo restringen importaciones procedentes del área afectada.
Mientras continúa el rastreo en Collserola, las autoridades sanitarias insisten en que la clave es impedir que la enfermedad llegue a las granjas comerciales, donde su impacto sería devastador para el sector porcino español.