Los artesanos de Uzbekistán mantienen vivas las tradiciones de la Ruta de la Seda, tejiendo lana y seda en exquisitas alfombras que albergan historia, color y corazón.
A lo largo de la antigua Ruta de la Seda de Uzbekistán, el arte de tejer alfombras sigue siendo una tradición viva.
En Jiva, Samarcanda y Bujará, los maestros artesanos transforman la lana y la seda en vibrantes obras de historia y corazón.
Con tintes naturales extraídos de la tierra, crean coloridos hilos y tejen motivos que representan las creencias nómadas, los símbolos zoroastrianos del fuego y la armonía de la vida en la estepa.
Desde la paciencia que hay detrás de cada nudo hasta el brillo de la seda hilada a mano, los detalles de cada una de estas alfombras contienen la memoria y el espíritu de su creador.
En Uzbekistán, el tejido es algo más que artesanía: es el ritmo de la cultura, el color y el propio tiempo.