No son piratas ni están locos -aunque pudiera parecerlo- y su único objetivo es dar la bienvenida a 2019 dándose un chapuzón en el océano pese a las temperaturas glaciales.
Disfrazados o casi desnudos, sin temor al frío ni al ridículo, cientos de habitantes de Boston han celebrado el Año Nuevo con el tradicional chapuzón en el mar.