Un tiroteo en la playa de Bondi, en Sídney, dejó al menos 15 muertos y decenas de heridos. La Policía investiga el ataque como un atentado terrorista antisemita ocurrido durante la celebración de Janucá, mientras líderes internacionales condenan la masacre.
Los líderes mundiales han reaccionado ante el mortal tiroteo en la playa australiana de Bondi el domingo, en el que murieron al menos 15 personas, en lo que la Policía describe ahora como un atentado terrorista dirigido contra la comunidad judía coincidiendo con Janucá, una de las celebraciones judías más importantes.
El horror en la playa más popular de Australia fue el tiroteo más mortífero en casi tres décadas en un país con estrictas leyes de control de armas, cuyo objetivo principal era retirar de circulación los rifles de tiro rápido. El primer ministro del país, Anthony Albanese, calificó la masacre como un acto de terrorismo antisemita que golpeó el corazón de la nación.
Según las autoridades, al menos 38 personas recibieron tratamiento médico tras el tiroteo. Unas imágenes extraordinarias mostraron a dos hombres con fusiles de asalto disparando ráfagas rápidas e indiscriminadas contra una multitud presa del pánico. Entre los muertos se encontraban una niña de 10 años, un rabino y un superviviente del Holocausto.
"No hay lugar para este odio, violencia y terrorismo en nuestra nación", declaró Albanese el domingo. "Que quede claro: lo erradicaremos. En medio de este vil ataque surgirá un momento de unidad nacional en el que todos los australianos abrazarán a sus compatriotas de fe judía en este oscuro momento para nuestra nación".
Los atacantes fueron padre e hijo con vínculos al Estado Islámico
La Policía australiana confirmó horas después que hubo dos autores del ataque: un padre y su hijo.
El padre, de 50 años, quien fue asesinado a tiros, tenía una licencia de armas que le permitía adquirir legalmente las seis armas de fuego recuperadas de su propiedad y también era miembro de un club de tiro, según declaró el Comisionado de Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon.
La licencia de armas que poseía le permitía a un adulto con una "razón legítima" poseer un rifle o una escopeta. Las razones aceptadas incluyen tiro al blanco, caza recreativa y control de plagas, pero la defensa propia no es una razón aceptada.
El hombre llegó a Australia en 1998 con una visa de estudiante, según las autoridades, y era residente australiano cuando falleció. Las autoridades no confirmaron de qué país había emigrado.
Su hijo australiano de 24 años, quien recibió un disparo y resultó herido, está siendo atendido en un hospital. Lanyon afirmó que el hombre "bien podría" enfrentar cargos criminales y que la Policía no divulgaría lo que sabía sobre él para evitar perjudicar la acusación en su contra.
Albanese confirmó que la principal agencia de espionaje nacional de Australia, la Agencia Australiana de Inteligencia de Seguridad (ASIO), investigó al hijo durante seis meses en 2019.
Australian Broadcasting Corp. informó que la ASIO había investigado los vínculos del hijo con una célula del Estado Islámico con sede en Sídney. Albanese no describió a los asociados, pero afirmó que la ASIO estaba interesada en ellos y no en el hijo.
"Se le examinó por su vinculación con otras personas y se determinó que no había indicios de ninguna amenaza continua ni de que participara en actos violentos", declaró Albanese.
El líder australiano propuso el lunes por la mañana leyes nacionales más estrictas sobre armas de fuego tras el tiroteo masivo. El primer ministro anunció que propondría nuevas restricciones, incluyendo limitar el número de armas que puede obtener un propietario con licencia.
Los líderes europeos reaccionan ante el "indignante" tiroteo
El canciller alemán Friedrich Merz dijo que el tiroteo le dejó "sin palabras" y pidió a los líderes mundiales que detengan la expansión de la violencia antisemita. "Este es un ataque contra nuestros valores compartidos", publicó en las redes sociales el domingo. "Debemos poner fin a este antisemitismo - aquí en Alemania y en todo el mundo".
El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó sus condolencias, diciendo que Francia comparte "el dolor del pueblo australiano" y que "seguirá luchando sin descanso contra el odio antisemita, que nos daña a todos, dondequiera que ocurra".
Calificando el ataque de "profundamente angustioso", el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, rindió homenaje a las víctimas y sus familias, escribiendo en un post en X que "juntos, debemos luchar contra la propagación del antisemitismo".
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, instó a mantener la "firme determinación de poner fin a toda forma de violencia y antisemitismo", mientras que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, afirmó que la UE está "unida contra la violencia, el odio y el antisemitismo".
En otros lugares, algunos dirigentes describieron el tiroteo como una prueba de la creciente propagación del antisemitismo en Australia y fuera de ella. José Manuel Albares, ministro de Exteriores de España, también mostró su indignación y ofreció sus condolencias a los familiares y allegados de las víctimas.
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa'ar, dijo que el ataque era el resultado del "desenfreno antisemita en las calles de Australia en los últimos dos años". La Asociación Judía Australiana instó a los ciudadanos a "rezar por la comunidad judía australiana" en un comunicado publicado el domingo.