La igualdad de sexo: un largo camino por recorrer

La igualdad de sexo: un largo camino por recorrer
Por Euronews
Compartir esta noticiaComentarios
Compartir esta noticiaClose Button

La igualdad de género es actualmente un asunto importante en la mayoría de los países europeos.

Y no hay duda de que hay cada vez más conciencia y más progresos en este campo.

Algunos en Bruselas aducen que no se ha hecho lo suficiente en el mundo de los negocios. Incluso hay quienes proponen cuotas de la UE para que los consejos de administración de las grandes empresas tengan un 40% de mujeres.

Finlandia es el miembro de la Unión donde se encuentran más mujeres en los consejos.

Un pionero en la igualdad. Fue el primer país del mundo en aceptar candidatas a su Parlamento, en 1907.

La segunda de a bordo de la Cámara de Comercio finlandesa destaca en un sector una vez dominado por los hombres. Pero dice que todavía queda mucho por hacer.

“Hemos estudiado todas las compañías de Finlandia que cotizan. Vimos que había habido cambios en los consejos de admistración, pero ¿cuál era la situación en cuanto a consejeros delegados y ejecutivos? Y desgraciadamente me chocaron los resultados. En todas las compañías finlandesas estudiadas solamente hay una directora ejecutiva. Y de los 900 cargos ejecutivos que poseen, son 26 las mujeres en la línea de gestión de la empresa”, explica Leena Linnainmaa, de la Cámara de Comercio.

Aún así, la Cámara de Comercio no cree que se necesiten cuotas en el sector privado.

Alguien que sí está a favor de ellas es la mujer que recibe más de 1.000 quejas por discriminación al año en Finlandia.

“Hay muchas mujeres con educación superior en nuestra sociedad y no aprovechamos su potencial y conocimiento. Desarrollan sus carreras con bastante éxito en el sector público, pero ¿por qué nuestra sociedad no aprovecha su competencia en los negocios?”, se cuestiona Pirkko Mäkinen, Defensora de la Igualdad de Finlandia.

Las cuotas por sexo existen en las empresas públicas del país, que tiene un sistema desarrollado de guarderías y unos valores familiares progresistas.

Un devenir curioso de los acontecimientos es la emergencia de grupos de hombres que aseveran que la igualdad de género debe ser para todos.

“Estamos resolviendo bien los problemas de las mujeres; que todavía no han remitido, pero que progresan bien. Y ahora creo que hay un consenso en que necesitamos atender los problemas de los hombres. Hay problemas sociales que son exclusivamente masculinos, y tenemos que atenderlos e incluirlos en la política de igualdad de Finlandia”, matiza Pasi Malmi, miembro de la Coalición de Asociaciones de Hombres Finlandeses.

El gobierno finlandés predica con el ejemplo: está formado por un número similar de hombres y mujeres.

Las empresas de Noruega, Francia, Italia y Bélgica tienen cuotas bajo sanción, mientras que en Holanda las tienen aunque sin sanción. ¿Y el resto de Europa?

“Hay estados miembros que rechazan las cuotas; hay otros que quieren coutas, hay estados que quieren hacer algo, pero a nivel nacional. Hay muchas opiniones diferentes. Lo que es interesante es que hay unanimidad en el hecho de que el coste económico y social de la ausencia de mujeres en la toma de decisiones es muy alto en todos los estados miembros. Hay unanimidad en que debemos hacer algo”, afirmó la comisaria de Justicia de la UE, Viviane Reding.

Pero la política de igualdad no parece ser un tema candente en la República Checa, donde los servicios públicos del cuidado de los hijos están limitados y la familia tradicional parece difícil de cambiar.
En cuanto al número de mujeres en los consejos de administración de las empresas que cotizan, Praga está justo por debajo de la media europea del 14%.

En este país solamente dos de los 16 miembros del gobierno son mujeres.
Pero la directora de uno de los grupos más importantes de activismo feminista e información de Praga solo está a favor de las cuotas en las empresas estatales.

“En los negocios privados no estoy tan segura porque si se implementan allí no sabrán cómo hacerlo, porque no es solamente ‘el 40 por ciento, ponemos todo el 40 por ciento aquí o allá’. Hay que construir programas; tienes que tener mujeres en los puestos intermedios. Es un proceso largo, y hacerlo sin conocimientos previos de cómo hacerlo, puede ser un desorden”, asevera Alexandra Jachanova, directora de la ONG Estudios de Género.

Hemos hablado con una universitaria que cursa estudios de género. Afirma que al checo medio no le gusta hablar del asunto.

“Es importante inculcar desde la infancia, desde la escuela, la conciencia por la igualdad, porque si no a la gente no le gustará, la odiará, porque es algo obligatorio. Y cuando obligas a hacer algo, es un impulso natural el rechazarlo”, dice Teresa Zvolska.

¿Las cuotas, por lo tanto, serían un paso correcto?

“Al menos temporalmente estoy a favor. Porque sé que, como he dicho antes, a la gente no le gustan las cosas obligatorias, pero de otro modo no se van a acostumbrar. Creo que si dejamos la situación como está nunca llegaremos realmente a la igualdad”, asegura Zvolska.

El gobierno checo, aún así, está en contra de las cuotas o de cambiar la ley. Dice que prefiere medidas ‘suaves’, como tutorías, talleres para jóvenes directivos y promover el diálogo sobre el tema con todos los involucrados.

“Muchos de los retos siguen ahí, por supuesto, en la República Checa y por todo el mundo, diría. Por ejemplo, la brecha salarial entre sexos es bastante grande en nuestro país. También nuestro gobierno ha dicho que nuestra política busca conciliar la vida privada y laboral. Por eso promovemos acuerdos de trabajo flexibles o nuevos tipos de cuidado de los hijos, etc…”, explica Lucia Zachariasova, miembro de la Unidad de Género del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales checo.

Hablando de brecha salarial, se acaba de celebrar el Día Europeo por la Igualdad Salarial. Para ganar lo que un hombre ganó en 2011, una mujer media europea tendría que haber trabajado dos meses extra, hasta marzo de 2012.

Y para poder alcanzar los puestos más altos, dicen desde la organización de la jornada, las mujeres europeas tienen que tener las mismas oportunidades.

Compartir esta noticiaComentarios

Noticias relacionadas

Elecciones europeas ¿por qué esta vez son diferentes?

¿Un Gran Hermano tras su ordenador?

Compradores felices