Estudiar cuesta dinero pero no todo el mundo puede costeárselo. Los menos privilegiados ni siquiera tienen acceso a una cuenta bancaria. Y es aquí donde los proyectos de microcréditos resultan de gran ayuda.
En Yemen, muchas personas viven con menos de 2 dólares al día, lo que hace el pago de las tasas universitarias prácticamente imposible.
Abdullah es uno de los muchos jóvenes yemeníes que están luchando por el cambio. Su sueño es convertirse en el presidente de Yemen. Abdullah trabaja ahora como profesor de Inglés por las mañanas, para poder pagar las tasas universitarias.
Aunque su salario es bajo, Abdullah logró ahorrar para sus estudios con la ayuda del Banco Al Amal, también conocido como el banco de los pobres.
Desde el año 2009, el fondo Al Amal de Silatech ya ha ofrecido préstamos a más de 2400 jóvenes emprendedores.
En el Reino Unido se ha diseñado un proyecto para enseñar a los jóvenes a elaborar planes de negocios y presentar mejor sus ideas ante los inversores.
La educación financiera y empresarial son las principales tareas de enseñanza de MyBnk, que empiezan desde dónde abrir la primera cuenta bancaria hasta cómo obtener otras líneas de crédito y manejar la deuda.
En Bolivia funciona un projecto de microcréditos a las familias que tienen hijos trabajando en las minas.
El objetivo es ayudar a los padres a adquirir nuevas habilidades para que puedan crear empresas y así sus hijos abandonen la mina y puedan volver a la escuela.