La ONU afirma que casi la mitad de las personas refugiadas son niños- Muchos de ellos viven en malas condiciones y no tienen acceso a la educación. Existen proyectos que les ayudan pero ¿son suficientes?
Siria: escuelas prefabricadas
Miles de familias sirias han debido huir de la violencia presente en su país y ahora viven en tiendas de campaña con lo mínimo. En el campo de refugiados de Zaatari, a 80 kilómetros de Amán, en Jordania han encontrado refugio al menos 45.000 familias sirias.
UNICEF imparte clases a alumnos de primaria y secundaria. Unos 4.500 niños sirios aprenden en escuelas prefabricadas. Las niñas van por la mañana y los niños por la tarde. Una red de profesores jordanos siguen el programa educativo de este país. Una iniciativa muy positiva pero todavía quedo mucho por hacer.
Estados Unidos: red de emergencia educativa
Miles de organizaciones del mundo intentan proporcionar educación a niños refugiados. Sin embargo, hay un serio problema de coordinación. Desde agencias de Naciones Unidas hasta pequeñas ONG’s, todos centralizan sus acciones en el INEE, una red basada en Nueva York.
La directora es Lori Heninger. Para ella, la lengua es la peor de las barreras para los refugiados. Por mucho que las organizaciones faciliten el acceso a la educación, “si eres de Darfur, hablas en árabe. Te vas al Chad y allí se habla en francés. Así que, ¿en qué lengua enseñarles?”
Alek Wek: historia de una refugiada
La top model Alek Wek vive en Nueva York. Esta modelo de Sudán del Sur fue la primera mujer negra que cubrió la portada de la revista Elle en los años 90. Se convirtió entonces en una estrella de las pasarelas. Pero hace veinte años, era una niña refugiada.
El padre de Alek trabajaba en la educación y ésta siempre fue una prioridad para la familia. La modelo tiene ocho hermanos. Todos viajaron a Londres en el año 91. Tenía catorce años. La descubrieron en un mercadillo y a partir de ahí, despegó su brillante carrera.