Triste Navidad. Así es para muchos griegos reducidos a la miseria y empujados a unas fiestas que pueden ser cualquier cosa menos felices.
Cientos de personas han acudido como último recurso a este polideportivo del centro de Atenas.
Un banco de alimentos municipal ha hecho posible una comida en Navidad. Menos que nada, como expliva Yannís, un parado de 44 años: “La situación en este país, en Grecia es tan trágica … la gente está amargada por tantos problemas … he venido aquí hoy, el día que nació Jesucristo, para olvidar mis problemas, para encontrar algo de calor, algo de paz”.
Para los organizadores de la comida la situación empeora cada mes. El gobierno griego cumplió todas las exigencias internacionales de austeridad. Los resultados en 2014 han sido parálisis económica, aumento del paro hasta el 27% y desbordamiento de los niveles de pobreza durante el último año.
El lunes el Parlamento decidirá si Grecia elige presidente o convoca elecciones legislativas.