El Papa Francisco llega a Filipinas. Con sus 100 millones de habitantes, es el quinto país con más católicos del mundo. Se esperan asistencias
El Papa Francisco llega a Filipinas. Con sus 100 millones de habitantes, es el quinto país con más católicos del mundo. Se esperan asistencias multitudinarias a todos los actos. Francisco visitará la región de Leyte, asolada en 2013 por el tifón Haiyán, que causó 6.300 muertos. El país se ha paralizado para la visita: se han decretado 3 días festivos para facilitar los desplazamientos en la capital, Manila, con 12 millones de habitantes.
Grupos de activistas perciben la visita como una oportunidad de denunciar la pobreza, la corrupción y las violaciones de Derechos Humanos a manos del ejército. “Se le conoce por sus posiciones claras en asuntos sociales”, dice Renato Reyes, de la izquierdista Nueva Alianza Patriótica. Según Reyes, es algo muy relevante en la Filipinas de hoy: “teniendo en cuenta que nos enfrentamos a una pobreza generalizada y a violaciones de los DDHH.”
Muchos filipinos ven al Papa como a un salvador al que presentarle sus problemas. La reforma agraria es otro punto caliente en la política del país. Eddie Pilar, granjero, espera que el Papa le escuche. Quiere recuperar la tierra que le expropiaron bajo el gobierno de Ferdinand Marcos.
El sábado, el Papa celebrará la misa en Taclobán, la zona más afectada por el tifón Hayán. Muchos supervivientes se sienten abandonados por las autoridades. La misa se celebrará en una amplia superficie, cerca del aeropuerto de esa ciudad.
El Papa concluirá su visita tras celebrar la misa dominical en el parque Rizal de Manila, donde se espera un récord de asistencia. Según el Vaticano, Juan Pablo II llegó a congregar a 5 millones de personas en la Jornada Mundial de la Juventud de 1995.