Las consecuencias de la caída en picado del precio del petróleo van más allá del mercado de los hidrocarburos. La dependecia del crudo de la economía
Las consecuencias de la caída en picado del precio del petróleo van más allá del mercado de los hidrocarburos. La dependecia del crudo de la economía mundial explica que la bajada de su precio provoque una cadena de reacciones económicas y políticas.
Estas pueden ser algunas de ellas:
1. Malos tiempos para los países exportadores
Los productores están viendo caer sus divisas al mismo ritmo que el precio del petróleo. Una pesadilla para países en los que la exportación de crudo representa un ingreso fundamental para las arcas del Estado. En Rusia y en países de la OPEP como Irán, Argelia, Nigeria y Venezuela los presupuestos para 2015 se han elaborado en función de un barril de Brent a 100 euros. Un barril que ya está a la mitad de precio.
2. Los países que importan crudo, de enhorabuena
Los países dependientes de petróleo extranjero están comprando más barato. En Bolivia, donde el gobierno mantiene un programa de subsidios al consumo energético, o en Chile, donde la producción de cobre requiere un enorme gasto de energía, la bajada de los precios es una gran noticia.
3. Cae el petróleo, cae la inflación
Con la caída del precio del petróleo, cae también la inflación y el fantasma de la deflación aumenta. Un problema que afecta de manera especial en la zona euro, donde una de las mayores preocupaciones es el control de los precios. La bajada de precios no es negativa en sí misma, pero puede llevar a una espiral en la que las empresas ganen menos y despidan a más trabajadores.
4. Circular gastando menos
Muchos conductores están llenando el depósito de sus vehículos a precios inimaginables hace tan solo unos meses. Un dinero que pueden destinar al ahorro o al consumo de bienes. En algunos países como Polonia, el litro de gasolina ya cuesta menos de un euro.
5. Vuelos más baratos
Volar puede ser más barato. Las aerolíneas han avanzado que se plantean suprimir las actuales tasas por carburante, lo que abarataría los precios de los billetes de avión.
6. ¿Y el medioambiente?
Una bajada del precio del oro negro puede incentivar el consumo de un producto ambientalmente nocivo. Las energías “verdes” pueden pagar las consecuencias.