Aunque el alto el fuego entre Israel e Irán, que entró en vigor el martes, eliminó la amenaza pendiente del cierre del estrecho de Ormuz, no es la primera vez que Irán dice que lo bloqueará.
El Parlamento iraní votó el pasado domingo a favor de cerrar el estrecho de Ormuz, un punto crítico de estrangulamiento para el petróleo y el gas natural situado entre Omán e Irán, y que conecta el golfo Pérsico con el golfo de Omán y el mar Arábigo.
Sin embargo, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán —que tiene la última palabra en estos asuntos— no siguió adelante con el plan, que era una medida de represalia contra los ataques israelíes y estadounidenses a las instalaciones nucleares del país.
Aunque el alto el fuego entre Israel e Irán entró en vigor el martes, eliminando la amenaza pendiente del cierre del estrecho, no es la primera vez que Teherán advierte de que lo bloqueará. Por ejemplo, en 2011, el exvicepresidente iraní Mohammad Reza Rahimi dijo que bloquearía el paso de ayuda a través del estrecho si Occidente no levantaba las sanciones a Irán.
¿Por qué es tan importante el estrecho de Ormuz?
El estrecho desempeña un papel fundamental en el mercado mundial de la energía debido a la enorme cantidad de petróleo y gas que circula por él. En 2024 y el primer trimestre de 2025, una quinta parte del consumo mundial de petróleo y derivados, así como de gas natural licuado, pasó por él, según la Administración de Energía de Estados Unidos (EE.UU.).
Arabia Saudí, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait e Irak —todos ellos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)— exportan la mayor parte de su petróleo a través de las aguas del estrecho. Mientras que Arabia Saudí es el país que más petróleo y condensado —una mezcla gaseosa más ligera y volátil que el crudo— mueve a través del estrecho, Qatar es el que más gas natural licuado exporta en todo el mundo a través de él.
Se calcula que el 84% del petróleo y el 83% del gas natural que atravesaron el estrecho en 2024 se dirigieron a los mercados asiáticos. China, India, Japón y Corea del Sur fueron los principales destinos del petróleo que pasó por el estrecho, con un 69% combinado de todos los flujos de crudo y condensado de Ormuz en 2024.
Aunque Europa depende menos de los recursos energéticos que fluyen a través de Ormuz que los mercados asiáticos, aún podría enfrentarse a repercusiones devastadoras derivadas del aumento de los costes mundiales del petróleo y el gas si Irán cerrara el estrecho.
Según los analistas de JP Morgan, si Irán hubiera cerrado el estrecho, el precio del barril de petróleo podría haber subido hasta 120 dólares (103,4 euros), en línea con la referencia Brent. Tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022, la cuota del gas ruso por gasoducto en las importaciones totales de energía de la UE ha caído drásticamente del 41% en 2021 a cerca del 18% en 2024.
Noruega fue el principal proveedor de gas de la UE en 2024, con más del 33% de todas las importaciones de gas. Otros proveedores fueron Estados Unidos, Argelia, Qatar, Reino Unido, Azerbaiyán y Rusia.