Finlandia: dependencia y recelos ante el vecino ruso

Finlandia: dependencia y recelos ante el vecino ruso
Por Escarlata Sanchez
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En Finlandia, tras la crisis del rublo, encontrar un turista ruso no es cosa fácil, aunque finalmente Petrica ha encontrado a estas familias rusa

En Finlandia, tras la crisis del rublo, encontrar un turista ruso no es cosa fácil, aunque finalmente Petrica ha encontrado a estas familias rusa para llevarles de paseo en trineo.

Estamos en el sudeste de Finlandia, cerca de la frontera rusa. Normalmente miles de turistas rusos cruzaban diariamente la frontera. Pero, con la espectacular caída de la moneda rusa, el negocio de paseos en reno en la localidad de Lappeenranta también se ha venido abajo…

La pérdida del poder adquisitivo de los turistas rusos ha tenido un tremendo impacto en el sector del turismo.

Petrica, quien dejó Rumania hace años, trabaja en la construcción durante el verano y dando paseos en trineo en invierno.

Petrica Costea, organizador de paseos en trineo en Wild Tours & Safaris nos cuenta: “Suelo hacerme con los renos cuando son pequeños, para entrenarles y enseñarles a no tener miedo … y poco a poco monté mi negocio.”

El encargado de este negocio de paseos por la nieve, Timo Irtamo constata la ausencia de visitantes…

“Hace un año siempre había aquí una cola de gente esperando para alquilar un trineo tirado por renos. Ahora, como pueden ver, sólo hay unas pocas personas.”

A veinte grados bajo cero, este refugio ofrece un buen fuego en el que calentarse y comer salchichas de reno.

Tras la Guerra Fría, esta región desarrolló el sector turístico para atraer a los visitantes de la cercana San Petersburgo como estas dos familias de clase media:

Nikolai, un turista de San Petersburgo, no tiene intención de cambiar su sitio de vacaciones, mientras su bolsillo se lo permita:

“Vamos a seguir viniendo de vacaciones, independientemente de la política o incluso las fluctuaciones de los tipos de cambio. Siempre hay dinero para las vacaciones y la situación no es tan desesperada como pueda parecer.”

A su hija Varvara le gusta mucho este sitio: “Es muy bonito y divertido. Voy a dar un paseo con los renos y después quiero ir a deslizarme por las colinas.”

Este otro turista, sin embargo tiene una visión un poco más amplia del problema. No es solo la caída del rublo, son las sanciones y la política rusa internacional:

“Es cierto que ahora hay menos turistas porque la política de Rusia ha llevado a una situación tal que las personas con ingresos medios como nosotros no tienen prácticamente la posibilidad de viajar a Europa. La política rusa ha puesto una especie de barrera económica frente a nosotros.”

Dejamos atrás Lappeenranta para dirigirnos a la localidad de Vaalimaa, el puesto fronterizo más frecuentado de la zona.

¿Pero dónde están los rusos? No hay filas de espera, no hay turistas, ni compradores … ¿qué ocurre?

Tatiana, una mujer rusa residente en San Petersburgo corrobora: “Antes la gente venía aquí para comprar comida, pescado, té, chocolate y café. Pero ahora nos cuesta el doble de lo que costaba antes por lo que, claro, hay mucha menos gente.”

De nuevo sobre el tapete, las tensiones a nivel internacional: “La crisis es el resultado de unas difíciles relaciones internacionales, afirma Anatoli. Las sanciones de ambos lados dificultan el comercio. Y con la caída del rublo todo se ha puesto carísimo.”

Con el cambio de divisas Andrei sale perdiendo y hacer las compras con euros ya no le sale a cuenta:
“Nos pagan el sueldo en rublos y aquí tenemos que pagar en euros. No todos pueden permitirse ese lujo.”

“Esta crisis va a durar aún unos dos años más, vaticina Nikolai.”

Mientras que Ekaterina, joven rusa de San Petersburgo teme que la crisis económica se convierta en otro tipo de crisis…

“Personalmente me gustaría que la crisis se acabara pronto. Me gusta viajar, es importante para mí, espero que la crisis no afecte a las relaciones entre rusos, finlandeses, franceses y la gente de otros países …”

El año pasado, unos tres millones de personas cruzaron la frontera aquí Vaalimaa. Después de las obras de ampliación, el paso fronterizo podría acoger a casi siete millones de personas al año.

¿Desmesurado? ¿Un despilfarro del dinero de los contribuyentes europeos? En absoluto, para Timo Mäkelä, el subjefe de la estación fronteriza se trata de una crisis pasajera…

“Hemos tenido este tipo de situación muchas veces en el cruce fronterizo de Vaalimaa, en 1999, en 2010 y así sucesivamente … pero después de la crisis, los viajeros volvieron a venir de nuevo. “

En Lappeenranta, una ciudad de 70.000 habitantes, la influencia rusa ha crecido en la última década.

Carteles en cirílico y precios exentos de tasas para los clientes rusos en los diferentes comercios de lujo.

Nos lo cuenta Olga Vesterinen, que regenta una tienda de ropa: “Hace dos años tuvimos una situación muy estable, fue excelente. En general teníamos muchos clientes rusos. Pero poco a poco la situación económica ha cambiado, con la guerra en Ucrania y el tipo de cambio… ahora, los clientes rusos no vienen.”

Aquel tiempo dorado se fue y en los comercios unas eternas rebajas le piden volver.

Sari Mustapää, directora de una galería comercial observa cómo han ido cerrando diversos comercios:

“Algunas tiendas han cerrado sus puertas. Antes de la crisis del rublo teníamos entre un 60 y un 50 por cien de clientes rusos. Hoy a penas llega a un 20 por ciento.”

Sin embargo, nuevos centros comerciales siguen proliferando en la ciudad. Como éste, cuya inversión asciende a 100 millones de euros. Su construcción fue puesta en marcha antes del desplome del rublo.

El alcalde de la ciudad recuerda 2013 como el año de todos los récords: los turistas rusos gastaron unos 300 millones de euros. Ahora, con la crisis del rublo, el nivel de desempleo ha alcanzado un 14 por ciento… Pero Kimmo Jarva, alcalde de Lappeenranta prefiere confíar en el futuro:

“De aquí a 2025 el número de visitantes procedentes de Rusia y el volumen de negocio generado por los rusos se multiplicará por cuatro. Todavía hay un enorme potencial en Rusia.”

En medio de un paisaje helado, mientras los rusos recuperan su poder adquisitivo, los supermercados están desérticos.

Mantener la calma a pesar de todo es la divisa de Martti Tepponen, copropietario de Disas Fish:

“Quizá nos hemos quedado sin la mitad de nuestros clientes. Quizá en la próxima temporada obtendremos sólo la mitad de nuestra facturación habitual. Pero, incluso con la mitad, aún tenemos una buena posición. ¡Podría ser peor!”

Finlandia comparte con Rusia una larga frontera de 1.300 kilómetros, y siglos y siglos de conflictos territoriales.

Pero incluso en los tiempos de la Guerra Fría, se encontraron acuerdos, por ejemplo con respecto al uso del Canal de Saimaa que une las vías navegables interiores finlandesas de Víborg y del Mar Báltico.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, el sudeste de Finlandia fue anexionado a la Unión Soviética. Decenas de miles de personas se vieron obligadas a marcharse de Víborg, la antigua Viipuri finlandesa.

Entre ellos: Pekka y Pekka que han rastreado sus raíces familiares en Víborg desde el siglo XVII. Y aún recuerdan cuando esas raíces se cortaron.

“Las carreteras estaban llenas de gente, recuerda Pekka Perasto. Toda la población de Víborg tuvo que dejar la ciudad, a pie, en bicicleta, a caballo, o como fuera dejándolo todo …”

“Me llevé esta tartera, rememora Pekka Tihveräinen. La usé para comer, todavía está un poco negra porque durante el viaje la usé para calentar la comida en una hoguera.”

“En mi opinión, concluye prudente Perasto, Finlandia debería convertirse en un miembro de la OTAN. Es importante para la seguridad del país. Si Rusia nos hace de nuevo la misma estratagema, Finlandia estaría mejor protegida como miembro de la OTAN.”

El conflicto en Ucrania despierta viejos temores en Finlandia acerca de su vecina Rusia. La región fronteriza de Carelia siempre sufrió durante las guerras. Hoy Finlandia, país históricamente neutral, sopesa la posibilidad de unirse a la OTAN. Los próximos comicios podrían cambiar su panorama político.

Bonus:

Escuche un fragmento adicional de nuestra entrevista con Teija Tiilikainen, Directora del Instituto Finlandés de Asuntos Internacionales.

Hablamos con ella sobre las relaciones económicas y políticas entre Finlandia y Rusia. Teija Tiilikainen asegura que a Finlandia le convendría ingresar en la OTAN

Para escuchar la entrevista íntegra utilice este enlace.

Teija Tiilikainen: Finland would benefit from NATO membership

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