Las autoridades húngaras aseguran haber interceptado en los últimos seis días cerca de 8.000 jóvenes procedentes de Kosovo. Un fenómeno que llevan
Las autoridades húngaras aseguran haber interceptado en los últimos seis días cerca de 8.000 jóvenes procedentes de Kosovo. Un fenómeno que llevan tiempo experimentando los países fronterizos ante la difícil situación laboral y las precarias condiciones económicas.
Se calcula que unas 20.000 personas abandonan la ex provincia serbia cada mes. Su primer destino son los países limítrofes para intentar acceder al mercado laboral de la Unión Europea.
“Nos vamos porque aquí no podemos encontrar trabajo. ¿Qué vamos a hacer aquí? No hay trabajo ni futuro. No hay nada. ¿Dónde están esos políticos a los que no les importa nada la gente? Tendrían que ver que la población se está yendo y sin embargo se quedan sin hacer nada en sus despachos”, decía un joven kosovar.
El viceprimer ministro y titular de Exteriores de Kosovo, Hashim Thaci, acusa a la Unión Europea de provocar este éxodo masivo al no haber pactado todavía la liberalización del régimen de visados.