Las autoridades chinas temen que, si llueve, las sustancias vertidas en el perímetro de la explosión del pasado miércoles puedan tener una reacción
Las autoridades chinas temen que, si llueve, las sustancias vertidas en el perímetro de la explosión del pasado miércoles puedan tener una reacción química nociva en forma de vapor.
Varios responsables gubernamentales han reconocido que durante la detonación se liberaron más de un centenar de toneladas de cianuro, sin precisar de qué tipo. Cianuro de sodio, apuntan las informaciones de la prensa local y de organizaciones como Greenpeace.
Ayer domingo, el Primer ministro Li Keqiang visitó la zona siniestrada por primera vez desde la explosión. El balance de muertos se eleva ya a 112 y la lista de desaparecidos supera el centenar.
La mayoría de los desaparecidos forma parte de la unidad de jóvenes bomberos que actuaron en primera línea justo después de que se declarara el incendio en el almacén de productos químicos en el puerto más importante de China.
Sus familiares se manifestaban ayer para denunciar la opacidad con la que el Gobierno está gestionando la información sobre lo ocurrido.