Los disturbios en torno a las sedes del partido pro-kurdo en Turquía se intensifican. La inseguridad es tal en ciertas partes del país que, por
Los disturbios en torno a las sedes del partido pro-kurdo en Turquía se intensifican. La inseguridad es tal en ciertas partes del país que, por ejemplo, los conductores de autobuses de Diyarbakir se han declarado en huelga para protestar contra la violencia que sufren los kurdos en las provincias occidentales.
El líder del partido prokurdo, HDP, aseguraba, este miércoles, que la celebración de elecciones en ciudades del este del país es casi imposible si no se consigue estabilizar la situación.
Demirtas ha acusado al presidente turco de estar conduciendo al país a una guerra civil al responsabilizar al partido gobernante de los centenares de ataques contra instalaciones de su partido, como el martes en Ankara.
Los nacionalistas acusan al partido prokurdo de ser el ala política del PKK responsable de la oleada de ataques contra las fuerzas de seguridad. El martes se vivió la jornada más sangrienta desde que se rompiera la tregua en junio, con 18 policías muertos a manos de la guerrilla kurda del PKK.