Unos 9.000 solicitantes de asilo han entrado este sábado en la ciudad bávara. A pesar de que las previsiones eran mayores, el Gobierno regional dice
Unos 9.000 solicitantes de asilo han entrado este sábado en la ciudad bávara. A pesar de que las previsiones eran mayores, el Gobierno regional dice que no tiene camas suficientes para acogerlos a todos.
Una situación similar se vive en Austria, que en tan solo dos días ha sido testigo de la llegada de 14.000 refugiados, la mayoría de ellos procedentes de Siria e Irak.
“La vida allí es imposible, sobre todo en mi ciudad Alepo. Llevamos tres años sin electricidad ni agua. Tenemos que ir al pozo para coger agua y no tenemos ni internet, no hay conexión. No tenemos nada”, decía un refugiado sirio.
“Me fui de Irak porque la situación es muy mala debido a la guerra. Encontrar un trabajo es muy difícil. Los radicales se hicieron con una parte del país y es por eso que decidimos jugárnosla y viajar a Alemania y a otros países para conseguir el estatuto de refugiados”, apuntaba este iraquí.
En los países de entrada como Grecia e Italia, el flujo sigue siendo constante.
La situación de los últimos días en Lesbos ha mejorado gracias al intermitente traslado de inmigrantes hacia Atenas a través de los ferris, pero las barcas procedentes de la vecina Turquía no paran de llegar.
Las precarias condiciones con las que viajan obligan a los guardacostas a recuperar a los refugiados en alta mar. Este sábado un barco francés salvó a ciento cuarenta personas que se encontraban a la deriva cerca del litoral siciliano.