La Guerra de Corea (1950-53) separó a miles de familias. Algunos quedaron atrapados en el norte, otros en el sur. Sus vidas truncadas para siempre
La Guerra de Corea (1950-53) separó a miles de familias. Algunos quedaron atrapados en el norte, otros en el sur. Sus vidas truncadas para siempre aunque nunca perdieron la esperanza en el reencuentro. Este martes, 400 surcoreanos llegaron al enclave turístico del Monte Kumgang en el norte para cumplir su sueño. Un acuerdo entre ambos países auspiciado por la Cruz Roja ha reactivado estas reuniones suspendidas desde hace un año y medio.
Lee Ok-yeon tiene 87 años. No veía a su marido desde el inicio de la Guerra: “No me lo puedo creer. Pensaba que me mentían para no sufrir tanto”, explicó Lee Ok-yeon. Durante más de medio siglo, Lee Jeong-sook de 68 años, ha realizado ceremonias en recuerdo de su padre creyendo que había muerto. Ahora sabe que vive: “Me gustaría agradecer a la mujer norcoreana de mi padre y a sus hijos por haber cuidado de él. Ni la división del país ha acabado con los profundos lazos existentes entre las familias separadas”, decía Lee.
66 000 surcoreanos, la práctica totalidad octogenarios, están en lista de espera para ver a sus familiares desaparecidos aunque su número va disminuyendo rápidamente. Corea del Norte aprovecha estos reencuentros como medio para alimentar su propaganda interna.