Tensión y críticas a la gestión del gobierno turco en la recta final de las elecciones generales del próximo domingo. Inquietos ante los resultados
Tensión y críticas a la gestión del gobierno turco en la recta final de las elecciones generales del próximo domingo.
Inquietos ante los resultados de las encuestas, el partido islamista AKP acalla las voces críticas mediante la censura. Como un “mensaje escalofriante”, lo han calificado algunos periodistas veteranos, que también han señalado que se trata de una forma de presión más sobre los votantes.
El líder de la oposición, Kemal Kilicdaroglu, ha dicho que en el país “no existe ni ley ni democracia”.
Dependiendo de las encuestas consultadas, unas, como Gur´s A&G Research, aseguran que el AKP logrará una mayoría que le permita gobernar en solitario con más del 47% de los votos; mientras que otras, como Metro Poll lo rebajan cinco puntos (43%), lo que les obligaría a formar coalición. El Partido Republicano de Centro lograría un 25% y las formaciones Movimiento Nacionalista y el kurdo Democrático Popular está previsto que bajen.
Dos televisiones y dos periódicos del grupo mediático Koza Ipek, críticos con el gobierno, han sido bloqueados por la policía. Una muestra más de la siempre tirante relación de la prensa con el presidente Erdogan.
En la sede del diario Bugun, un administrador nombrado por el gobierno, pregunta quién está de acuerdo con titulares como “Golpe de Estado sangriento” o “Han suspendido la Constitución”. Al menos dos periodistas han sido despedidos.