Los delegados en Karlsruhe no esconden el malestar que ha surgido entre los conservadores por la política de puertas abiertas a los refugiados de la canciller
Contra viento y marea, Angela Merkel defiende su política de inmigración. Con un principio básico: no hay topes de acogida. La canciller alemana mantiene el rumbo a pesar de la creciente hostilidad de sectores en la CDU a ayudar a los refugiados. Pero sin que la cuerda llegue a romperse, ya que juega con fuego en un congreso del partido del que puede salir tocada.
Angela Merkel, Canciller de Alemania:
“ De lo que se trata es de reducir el número de inmigrantes a través de la solidaridad europea y combatiendo las razones que empujan a estas personas a huír. No con medidas unilaterales de Alemania.Por supuesto que debemos tomar nuestras propias medidas, pero siempre en sintonía con las acciones de Europa”
Los delegados en Karlsruhe no esconden el malestar que ha surgido entre los conservadores por la política de puertas abiertas a los refugiados de la canciller. Uno de sus más intimos colaboradores, el ministro de finanzas Wolfgang Schäuble calificó recientemente el flujo de refugiados como “un alud causado por un esquiador imprudente”, en alusión a Merkel.