Tormenta política en Polonia tras la ocupación por las autoridades de un centro de contraespionaje afiliado a la OTAN

El Gobierno polaco ha desatado una tormenta política al ocupar en plena noche un centro de contraespionaje polaco-eslovaco, afiliado a la OTAN.
Responsables del ministerio de Defensa y la gendarmería militar irrumpieron en la oficina y pusieron al frente a un nuevo director interino.
La oposición ha puesto el grito en el cielo.
“No se pueden tratar estos asuntos de esta manera. Se debe negociar a nivel internacional. Todo se puede resolver mediante la ley y no de noche, forzando la puerta. Es un escándalo total”, ha declarado el liberal Tomasz Siemoniak, exministro de Defensa.
La creación de este centro de contraespionaje, con sede provisional en Varsovia, había sido decidida el pasado octubre. La OTAN ha dicho que todavía no contaba con su acreditación, señalando que el asunto concierne a las autoridades polacas.